a Enrique Molina
in memoriam
¿Qué pensaran los habitantes de la noche?
Palabras,
Jaulas vacías de un país que soñamos
Que nunca existió ni existirá jamás
Porque ese país
Era el mismo planeta
Donde extraños seres,
Acaso humanos,
Deambulan como habitantes de la noche
Acodados a la mesa de un bar
Con muchas minas
Y ninguna mujer.
Sonetos aburridores
Como plegarias en las iglesias,
Dientes podridos de un perro muerto
En un desierto donde nunca hubo perros,
Ni dientes, ni iglesias,
Ni plegarias,
Ni desierto.
Versos raros,
Inconfundibles,
De un poeta errante
Como centella del océano,
Sin agua, sin peces,
Pero con un solo pez,
El de Jonás.
Fábulas nunca escritas,
Repetidas y repetidas,
Por los siglos
De los siglos.
Amén.
Parábolas de pasos temblequeantes
Ante el temor de las trampas y trapisondas
Fluyentes de las limosnas de los próceres
De la incomodidad de todos los amaneceres.
Voces oídas en otros lugares,
en otros mundos,
en otros cielos,
en otros infiernos
en otras páginas.
Susurros a contraluz,
Esperanza contra esperanza,
Zarza ardiente contra Zarza ardiente,
Puñado de tierra
Donde estaban reunidos los diversos colores
Contra puñado de tierra
Donde estaban reunidos los diversos colores,
Llama, Cordero y Perro
Contra Llama, Cordero y Perro,
Soledad contra soledad,
Abismo contra abismo,
Soledad y abismo
Contra todo el mundo.
Piedad.
Esas cosas dispersas escarcean
En las putas noches,
En los putos bares,
Orillando el Parque Lezama,
Los Cristos crucificados
Por la inocencia del mundo
“un día cualquiera
Al despertar
En la habitación nro. 23”.
Chau.
Claudio Javier Castelli
Otoño de 2022.
Profundo.
ResponderEliminarMiy bueno Chuni. Tanta gente sola. Y que hacemos con eso
ResponderEliminarMuy bueno compañero Chunii..tensooo..profundo...
ResponderEliminarHola amigo, ya sabemos cómo es la cosa, ni vos haces piraguas de Fibra de vidrio, ni yo escribo poesía, pero te leo y me da unas ganas de escribir así....
ResponderEliminarCapaz un día de estos empiezo