A Jacobo Fijman
In memoriam
Tu ungüento es el aroma de la mañana,
el soplo
transparente
que pone pausa en la naturaleza.
¿Quiénes vendrán hacia mí
de todos los puntos cardinales de la tierra?
¿Quiénes?
¿Los que sufren opresión y desensillan
todas las maldades?
¿Los alegres bandoleros
hurtadores del puñado de tierra
donde estaban reunidos
los diversos colores?
¿Quién ha creado el destruidor
para destruir?
¿Los que
predican 8 horas
un viernes santo?
¿Nosotros suplicantes de migajas
de la Ciudad Nueva?
¡Oh Estrella de la Mañana!
no debiste entrar por la puerta del pueblo
sino por las escolleras
donde los sacerdotes y pastores toman
las cintas de las águilas
para dejarlas a los pies de los ángeles.
¿Quiénes vendrán?
Sólo los esperadores de prodigios
y señales
volverán sobre sus pasos.
Los vientos y las aguas amainan;
nadie sabe lo que ha recibido
de la Estrella de la Mañana,
sí, en la gruta de nuestros padres.
El anunciador de los pensamientos.
¿Cuánto tiempo pasará
para transformar la llama,
el cordero y el perro?
Todos y todas,
incluso los elegidos,
recibirán misericordia.
Semana Santa de 2019.-
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