Hay
una estrella en el desierto que lleva consigo los frutos de la tierra y del
cielo más finos que llegan a todos, todas, todes.
“Con
todo lo relativo a su reinado y su poder, y los tiempos que pasaron sobre él, y
sobre Israel y sobre todos los reinos de aquella tierra”
Crónicas
29:30
“Elí,
Elí ¿lama sabactani?
Salmo
22:1
San
Mateo 27:46
“y
conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”
Juan
8:32
“Y
estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”
Génesis
1:25
“El
círculo se va a cerrar. Yo aguardo que así sea”
Jorge
Luis Borges
He
tenido una vida muy extraña, eternamente apartado del mundo que veían mis ojos.
Vi
al horror y la crueldad a que puede llegar el Ser Humano.
La
terrible miserabilidad de lo que el Hombre puede hacer por unos pesos.
Vi
la infinita hipocresía en las palabras que dicen unas cosas y hacen y deshacen otras
absolutamente distintas y, aun, absolutamente contrarias.
Vi
la mentira con violencia, impunidad y brutalidad.
Vi
la pobreza digna de mi pueblo, pero vi también la pobreza que no es pobreza
sino humillación y exclusión mientras empresarios, banqueros, financieras
rapiñaban el 70% de la riqueza de este país en trapisondas, activos en paraísos
–mal llamados así pues no son más que la cuevas podridas administradas por los
ladrones más siniestros que saquean las riquezas de todas la naciones pobres
del mundo, pero, claro, bajo la atenta y cómplice mirada de los países más
poderosos del mundo Occidental Judeocristiano- fiscales.
Por
supuesto que para lograr la consumación de algo tan brutal sin que se les caiga
la cara de vergüenza a los poderosos del
mundo cuentan con la traicionera, vil, abyecta complicidad de los organismos de
control Bancos Centrales, Ministerios de economía, políticos tan estúpidos que
parecen ladrones, legisladores que nunca se deciden a reformar leyes que garantizan la rapiña.
Vi
a Jueces, Secretarios, Fiscales, empleados judiciales, y abogados trampear en
el crimen, en la sangre, en la guita, en las prebendas, someterse sin discusión
alguna al poderoso sin la mínima dignidad de supuestos hombres de derecho.
Vi
autoridades administrar venenos varios sobres jóvenes y adolescentes.
Vi
la noche y en la noche la luz, vi el día pero del día solo mañana y el sol.
Nada más.
Vi
un niño en un jardín que vio una
estrella y a Dios, su voz, su gozo envolviéndome mientras las palabras
repetían: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni
desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” Josué
1:9.
Palabras
repetidas una y otra vez en que Dios se me ha revelado dándome cada vez
diferentes tareas a cumplir con la estrella fija adelante, en mí y detrás de
mí.
No
he tenido otro dueño que Dios no a los príncipes de las tinieblas de este mundo
que han pretendido una y otra vez hacerme callar, silenciarme, limitarme,
corromperme con todo tipo prebendas, dineros, bienes, cosas, mujeres o lo que
se les ocurra, pero en cuestiones de la estrella nunca di vuelta atrás ni le
falle la palabra a Dios.
Fuera
de allí he tenido una vida inmensamente feliz, tremendamente libre sin hacerle
asco a nada.
He
amado infinitamente cada mujer bella que la dicha de los días y las noches con
su licor, hambriento, sediento y aterradoramente lúcido me fue ofrecido como dádiva
que los desiertos premian los espejismos reales y efectivos.
Sí,
he r mucho, muchísimo, me he revolcado de dolor y humillación, pero un hálito
vital me devolvía al camino y la estrella una y otra vez.
Desde
la última revelación de Dios en Abril de 2021 en que me dio la última tarea, ya
viejo y cansado yo, hasta este momento en que escribo lo siento conmigo y en
casi todo lo que escribo.
En
abril me mostró el Templo de Jerusalén antes y el celestial, a Cristo en la Cruz y muchísimas cosas más
que se me fueron revelando con el pasar de los días y el escribir, así como
hacerme ver toda mi vida y como El la guio en cada momento de mi existencia, y
me predijo todo lo que me iba a pasar de ahí adelante y fue pasando hasta el
día de hoy en que los príncipes de las tinieblas rodean mi bohardilla, el
mensaje mafioso y terrorífico han roto los vidrios de la puerta de entrada del
edificio donde está mi departamento en Chacabuco 1533 PB, dejando en el piso
manchas de sangre claramente amenazadoras, lo cierto es que fueron rotas desde
adentro con lo cual quiere decir que están en el edificio.
Para
Beatriz mi eterna compañera todo mi amor todo mi beso.
Para
María Agustina, Facundo Pablo y María Florencia los llevo conmigo para siempre
y los protegeré siempre.
Para
vos mi amor de siempre.
Claudio
Javier Castelli
11/06/22
San
Telmo
0
Estás protegido, no obstante, el terror acecha.La Fe sostiene en tiempos como estos, aciagos.
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