jueves, 6 de diciembre de 2018

QUERIDO PAPÁ NOEL, Por Roberto Sutil para Vagos y Derecho (Taller Literario)


Te escribo estas líneas un tanto apresurado en el tiempo, lo que pasa que por estos lares se nos ha venido la oscuridad y las luces que nos ofrecen para alumbrar el camino tienen varios defectos, primero que sólo pueden ser alcanzadas por los poderosos y segundo que te llevan encandilado al pozo de la destrucción del ser social.

Perdón por el atrevimiento, pero te escribo para pedirte si podes adelantar tu viaje, eso sí, estaría bueno y te lo digo como sugerencia, que te quites el traje de gaseosa imperial y te pongas algo más de fajina, de tu color verde original, todo sería más genuino si volvemos a la esencia.

En el camino, seguro te encostras con Fidel, sería maravilloso que lo escuches unas horas y puedas adoptar sus ideas y ropajes idealistas, para que tu bolso de viajero tenga algunas herramientas para utilizar al momento de aterrizar en nuestro territorio. 

En esta misiva van algunas advertencias, debes tomar algunos recaudos porque vestido de verde y con ideas pueden que no te conozcan y a no ser que crean que traes brotes puedan que te encierren en un calabozo. 

Además aclárale que lo único blanco es la nieve del lugar donde venís porque quizás te quieran hacer acoger algún beneficio de blanqueo y para eso te sugieran hacerte pasar como familiar de algún funcionario. ¿Quién no se cree que formas parte de su familia?

Dichas las aclaraciones, mi plegaria tiene que ver que en mi carta anterior, la del año pasado, si bien te contaba de varios cambios, la inercia de la velocidad del colectivo hizo que una mayoría tuviera una navidad acorde a la fecha y su realidad.

Esa inercia acá la llaman herencia y parece que pesada porque se comía, se construían hogares, se creaban puestos de trabajo, se asignaban derechos, se vacacionaba, se generaba proyecto de país libre y soberano y se garantizaba igualdad, en más o en menos cada uno disfrutaba de algunos placeres terrenales. 

Como ves eso es pesado, pero pesado… pesado.

Todo lo que te sorprendía para bien durante varios años, cambió, donde había trabajo hay lo que llaman muy dulcemente flexibilización, se que no vas a entender esto pero si un señor te dice que lo flexibilizaron es que lo rajaron y ahora esta desocupado y en ese hogar ya no morfan. ¿Viste esas casitas lindas, de las que renegabas porque eran de dos pisos y que tenías un trayecto de chimenea muy largo? Esas casitas no se hacen más. 

En otras charlas de nuestras comunicaciones epistolares hemos dialogado del lenguaje y su valor filosófico, lo han sacrificado, sincerar significa transformar un Estado en sociedad anónima y que velozmente les otorgue dividendos a todos los socios a expensa de muchos daños para la mayoría. Para ser socio debes pertenecer a su grupo, no tener patria, haber trabajado para una empresa foránea y tener interes contrario a todo trabajador. 

Te sintetizo, hay algunos, que ponían árboles gigantes y te hacían laburar mucho, esos pondrán árboles más grandes y te harán correr como loco, negocia tu paritaria, si podes porque te van a reconocer menos (te van a sincerar y flexibilizar) y es probable que te digan que la inflación ronda el 20 %, de ser posible lee algún informe elaborado en otro País antes de venir, porque si miras o escuchas acá para informarte probablemente te ofrezcan una realidad distinta, sino avísame y te dejo algunos diarios que aún cuentan lo que sucede y te sugiero algunas pocas voces.

Los otros hogares, los de la mayoría, tendrán arbolitos chiquitos y mucho no tendrán ni que llevarse a la boca, eso que a vos te entristece tanto y que los últimos años hablábamos de cómo todos tenían en este país su navidad, eso parece que no va a suceder.

Ah me olvidaba, por favor no traigas esas “negritas de pueblos originarios” porque te las meten en cana y por más que venga el más alto organismo internacional y diga que esta mal a los dueños de la sartén ni mu. 

Dichas todas las advertencias te pido que anticipes tu viaje y que traigas algunas buenas noticias porque no hay nada más triste que una navidad con mesa vacía, el Pueblo trasmite su sensación en esa ocasión y todo pinta para un cuadro desolador. Es muy feo que te alcance una noche buena con tan solo unos baratos fideos con salsa lavada y que los niños corran tan solo para no pensar que vos solo pasaras por la esquina o por el club o por la organización social del barrio y que no te haces el tiempito para pasar por su pequeña morada allí donde muchos acumulan frustraciones. Por eso arrimate a este fogón con alguna anticipación para evaluar como vas a cargar tu bolsa.

Y en son de confianza y con la autoridad de no haberte pedido nada durante estos años pasados te pido un obsequio para este diciembre, un equino de juguete preferentemente yegua, tienen mucha personalidad y capacidad de conducción y por lo general está un paso más adelante que el resto de los equinos, la necesito para ponerla en el frente enarbolando el momento de anhelo y deseo para que no haya mas navidades tristes en este territorio-nación. 

Con la estima de siempre un abrazo fraternal.

Roberto Sutil

No hay comentarios:

Publicar un comentario