Plegaria. Oración. Tristeza. Revolución
El lodo atrapa tus pies,
de ausencia se cubre tu cuerpo,
tu billetera vacía anuncia tu extremo,
inmediato presente de urgente moneda,
que adquiera el hidrato, que llene la panza,
que colme, siquiera, un momento en esperanza.
En el camino al almacén, en busca de fideos de oferta,
te preguntas: ¿por qué?;
no encuentras razón, tampoco respuesta.
Sientes que el hambre te aprieta;
que el estómago duele, que reprochan las tripas.
Los pibes te miran, te tiembla hasta el alma.
El frío no cesa, la chapa gotea;
el piso de tierra se ha humedecido;
si hasta el sagrado corazón de la estampa
ha sufrido destrucción.
Regresas apurado, ajustas el parche,
el bombo acumula ruidos históricos,
de luchas pasadas que se tornan memoria
y otorgan sentido a la energía que expande tu ser.
Golpeas las manos de tu compañero vecino,
coordinan horario, hay un mañana,
en la calle espera, la revolución
Roberto J. Sutil
Abogado, autor de varios poemas inéditos, que en su origen se remontan hasta su infancia donde su participación en el grupo de teatro G.I.D.I. de la ciudad de Lincoln, de donde es oriundo, lo condujo a transitar por la escritura para poner en palabras el anónimo aroma de los sin voces. Junto a su búsqueda teatral en aquel grupo como sus cursos en teatro Rambla de La Plata, ciudad en la que reside, lo literario fue movilizando cada uno de los actos del devenir histórico.
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