Una de dichas manifestaciones se verificó en materias laborales y sociales con el pronunciamiento recaído en el fallo "Rusich, Elvira" de 1938.
En este fallo se cuestionaba la constitucionalidad de la Ley N° 11.729, impugnándose las obligaciones y cargas sociales impuestas a la patronal, entendiendo la corte que dicha ley resultaba ajustada a la Constitución Nacional.
En lo que respecta a los antecedentes de la ley impugnada, vale recordar que el 26 de septiembre de 1933 se había sancionado la primera Ley de Contrato de Trabajo, forjada en las ansias de justicia social, la cual se constituiría en el basamento de la legislación laboral argentina, en benefició del movimiento obrero.
Fue el legislador socialista Enrique Dickman, que con elocuencia presentó el ante-proyecto de ley que sería el freno para tanta reacción anti-obrera, y que con los antecedentes de proyectos anteriores sacó a la luz todo lo archivado.
Mas tarde se promulgarían otras leyes que plasmarían de manera efectiva las conquistas sociales para los trabajadores y trabajadoras.
(") Abogado
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