No hay habitante del país que no tenga conciencia de la corrupción pública, la corrupción de los funcionarios públicos. Un poco más difícil es tener conciencia de la corrupción privada. Se trata del viejo versículo bíblico de ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio.
Es que los póliticos no nacen en un repollo, sino en la sociedad, y toman sus ventajas, según el lugar donde nacieron. Si hay una sociedad proclive a la corrupción, es muy posible, que esos políticos adopten posturas proclives a la corrupción.
Sobre la corrupción pública, existe un "linchamiento mediático" cotidiano (Casullo), una justicia, fiscales, opositores, ciudadanos prontos al "denuncismo".
Pero ¿por qué? no existe el mismo fervor para la corrupción privada. El argumento usualmente utilizado es que a los funcionarios públicos, los pagamos entre todos, me pregunto si la coima que se paga al agente público para evitar una inspección, para evitar una multa, o cuando se compran dólares ilegales, se evaden impuestos, también forma parte de ese principio de los "pagamos entre todos".
El Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (CIPCE), tiene como lema: "Detrás de todo funcionario público corrupto, hay un empresario que corrompe". El funcionario público corrupto, es la pata principal, de una cadena sistemática, donde los ciudadanos, incluídos los empresarios, banqueros, etc, también participan. Esta parte no es destacada por los medios.
Ofrecer mucho más plata para comprar millones de dolares que está a un determinado precio más barato, para forzar una devaluación, que beneficia a una minoría, y perjudica a casi todo el pueblo, por el efecto del aumento inmediato de los precios (efectos que en las mercaderías sin componentes dolarizados no debe ser así), que los empresarios -privados- aprovechan al máximo, mientras se acumula soja, para liquidar los dólares a un precio más alto aun. Son operaciones hechas por privados, que también pagamos todos. Puesto que todos los asalariados nos perjudicamos, con maniobras ilícitas, y que tipifican penalmente.
Los medios de comunicación dominantes pondrán el ojo sobre el gobierno, sobre las política económica, sobre la necesidad de que "el mercado", asigne las riquezas. Y todo el latiguillo neoliberal, que martilla sobre los ciudadanos.
En la lucha actual por el programa precios cuidados del gobierno, se ve claramente, la inconducta criminal de los empresarios -privados- y el bolsillo de "la gente" (como les gusta referirse a los medios hegemónicos).
En el título se puso "Corrupción pública, corrupción privada", como una manifestación única, absolutamente unidas, que los medios de comunicación se ocupen sólo de la pública, forma parte de los anunciantes de esos medios, los empresarios, los banqueros, etc.
Otro asunto es como trata la justicia penal a cada uno de ellos: los funcionarios públicos (hasta Menem fue preso) y los empresarios privados. A estos últimos los ven como iguales o con admiración, no pueden ser delincuentes visten trajes y corbatas más finos. Nunca vi un banquero, un empresario poderoso preso
Deudas de la democracia, aunque beneficios de ver hoy los problemas tan claros.
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