El delito económico es el delito de los poderosos, y la principal característica que posee es la impunidad. Es el delito de los banqueros, financistas, agentes de bolsa, empresarios, ejecutivos en general, y ejecutivos de Compañías de Seguros en particular, empresarios que contrabandean cereales y oleaginosas a los países límitrofes, los fugadores de divisas, los endeudadores seriales, etc., en aliaza con el poder financiero internacional. a
El poder económico nacional e internacional es el único en Latinoamérica y en el mundo que mantiene el pensamiento estratégico que en el caso tiene como fin incrementar el capital, la ganancia sin límites, la codicia megalómana, la cooptación de las subjetividades de los habitantes de Latinoamérica y de toda la tierra, destruyendo el planeta, bregando por un catecismo neoliberal que convierten en "sentido común" de la población, "reininventandose permanentemente", y derogado toda frontera, todo límite que se le quiera imponer. Uno de ellos es el del derecho penal económico que truecan en todos lados por impunidad.
El perjuicio económico y el "Daño Social" que provocan es mucho mayor que el del funcionario público corrupto porque se trata de millones y millones de dólares. Al o los funcionario/s generalmente corrompen las Organizaciones Empresarias muy pocas investigadas. Pero sigamos con el perjuicio, el Daño y algunas maniobras: Por ejemplo el lavado de activos que involucra al "BNP Paribás" es de 900 millones de dólares -entre 2002 y 2008-, a través de la "Banca Privada" en conexión directa con los paraísos fiscales; cifra similar a la fugada del país por el "JPMorgan" en otra causa penal que está en el fuero federal de Comodoro Py; similar maniobra es la del "HSBC", con más de 3000 millones de dólares fugados del país; el endeudamiento del macrismo sólo con el "Fondo Monetario Internacional" asciende a más de 46.000 millones de dólares que beneficiaron a los amigos: empresarios y banqueros, pero en total lo fugado en ese período de gobierno es de 86.000 millones de de dolares con los mismos beneficiarios. Los creadores de "Burbujas Financieras" con "operaciones" meramente especulativas de todo tipo, sin riesgo alguno, que les genera jugosas ganancias ilegales violando todas las normativas de la Ley de Entidades Financieras y las Circulares del Banco Central República Argentina ¿de cuánto es el perjuicio a las Resevas monetarias del país?; los poderosos protagonistas que originan una corrida bancaria con el objetivo de provocar una devaluación que los beneficie y perjudique a la mayoría del pueblo, mientras en Silos se reservan cereales y otros productos del campo para no liquidar divisas; o los comerciantes que ocultan las mercaderías para simultáneamente inducir desabastecimiento y subir los precios de los alimentos y demás artículos o materia prima: ¿de cuánto es el daño, cúantos los damnificados? ¿A cuánto asciende la valoración de la tierra provocado por los dueños en los incendios intencionales de los campos en los humedales del Delta? -la reinversión de esas ganancias ilegales es lavado activos provenientes de crimenes ambientales pues en defintiva son crimenes económicos-. De la misma forma quienes contaminan ríos, lagos, arroyos, napas de agua, la vida silvestre, los cultivos, el clima de determinadas zonas geográficas, talan montes y bosques, ahorrando los que ellos llaman "costos" -y en verdad es una inversión destinada a evitar ese daño ambiental- que intercambian por ganancias ilícitas; los contrabandistas de cereales y oleaginosas con los países límitrofes -vienen "actuando" desde hace 36 años y mucho más aún- por el Corredor Litoral (Hidrovía) a través de sus puertos privados y públicos: falsean las balazas para el pesaje de esos productos y realizan insólitas "declaraciones juradas", avaladas por inescrupulosos despachantes de aduana, subfacturando y sobrefacturando exportaciones e importaciones y realizando "Triangulaciones" con países con "bajo costo fiscal": ¿de cuánto es el quebranto para las arcas públicas?: incalculable. ¿Habrá Justicia alguna vez para ellos?
Los principales delitos que se ven en estos casos son: el lavado de activos, la administración fraudulenta, la evasión impositiva y el contrabando.
El Estado nunca se ha preocupado mucho por tener abogados penalistas en los organismos públicos. La Procuración del Tesoro, que dirige el Cuerpo de Abogados del Estado, sólo en manera marginal en su posgrado de Abogacía del Estado enseña Derecho Penal, con la agravante que quienes enseñan son continuos defensores de lavadores y abogan por un Estado mínimo. Ocurrió siempre en la Procuración incluso en la epoca kirchnerista. Se trata en estos casos de un estado bobo que pone a formar funcionario públicos a los enemigos del interés público, y amigos de los delincuentes económicos.
Las dos armas principales que los organismos públicos tienen para combatir estos delitos son la denuncia y la querella. Esta última es fundamental, porque sin una querella que estimule constantemente el procedimiento resulta imposible que las voluminosas causas avancen.
Todos los entes del estado tienen que tener un cuerpo de abogados penalistas prontos para investigar y perseguir a los delincuentes económicos.
Ya sabemos que los medios de comunicación dominantes se entretienen con resonados casos de corrupción pública, y ocultan deliberadamente la publicidad de las causas de delitos económicos, pues involucra a ellos mismos, sus anunciantes, y su propia clase social acomodada. Los delitos económicos no tienen publicidad, y la cuantía del perjuicio es infinitamente mayor que la producida por los funcionarios públicos que por supuesto también debe ser juzgada pero es una verdad de perogrullo.
El ala quebrada del capitalismo es la corrupción económica intrínseca a su raíz de codicia megalómana. El capitalismo no funciona sin un estructura de criminalidad organizada desarrollada en todas las áreas de la economía.
El movimiento nacional y popular es antagónico con el bloque de poder económico corporativo y comunicacional, aliado al poder financiero internacional. Tienen distintos proyectos de país, uno habla de trabajo, distribución, empleo, consumo, ampliación de derechos; el otro de la teoría del derrame, "emprendedurismo", meritocracia, de neoliberalismo, concentración económica, represión política y exclusión social.
En una nota del economista y sociólogo Pablo Chena, Secretario de Economía de Tiempo Argentino (15.7.14, "De Perón o Braden a Patria o Buitres") dice: "Las principales herramientas de dominación que posee este bloque son la apropiación y administración de los dólares y el uso del endeudamiento externo como forma política de subordinación de lo nacional a lo global. En contraposición, el Movimiento Nacional asienta su poder de transformación-resistencia en la capacidad movilizadora de las masas trabajadoras y en el Estado Nación como herramienta de cambio social. Por esa razón reivindica la supremacía de la política por sobre la economía."
Pero habría que agregar que combatir el delito económico de los poderosos es también una forma estratégica de acumular fuerzas para el movimiento nacional y popular. Es que la corrupción económica es el arma natural para hacerse de dólares frescos y fugarlos del país. El delito está en la naturaleza del bloque corporativo dominante.
No es que se va a cambiar el mundo porque se condene a un banquero u otro delincuente económico independientemente de la rareza de la situación. Significa un límite a la creciente selectividad del sistema penal por los excluidos y es un antecedente jurisprudencial y simbólico que convoca a casos similares, y en una ínfima medida repara 500 años de capitalismo depredador y sus bolsones infinitos de excluidos y condenados por delitos menores.
Además no hay que dejar de lado tres aspectos que rodean la Criminalidad Económica: muhos actores del sistema judicial no dejan entrar en la dureza de la ley principios éticos elementales de convivencia social: no hay que tenerles miedo, todos los jueces valoran en un momento de su resoluciones; la valoración es intrínseca a la labor de interpretación de la ley, sigo en esto al gran jurista argentino Carlos Cossio e indirectamente a Werner Goldschmidt, alemán radicado en este país, discípulo de aquel. Ambos construyeron dos sólidas filosofías del derecho con diferentes perspectivas pero ancladas en una mirada trialista del mundo jurídico que abarca el orden de las conductas, de las normas, y los valores o valoraciones.
La mayoría niega las valoraciones y cuando juzgan aluden con disimulo evidente -para el entendedor- al "capricho del príncipe" o el suyo propio, sus prejuicios, sus falsos razonamientos, o al "sentido común" de su propia posición social acomodada. La salida a este problema grandes juristas lo encontraron en el "garantismo penal", y otros menos perspicaces -sospecho- en lo que llaman la "aplicación matemática de la ley" como si fuera posible. Las leyes están formadas por palabras y las palabras son polisémicas, abiertas en múltiples sentidos. Todo el "Giro Lingüístico" en filosofía lo demuestra. Los jueces nazis también aplicaron matemáticamente la ley: ¿eran buenos jueces por eso?.
La ilusión de los penalistas es saldar toda discusión al respecto con el "principio de legalidad" como sino le cupieran al mismo los conceptos vertidos aquí sobre el lenguaje, y como si bastara para pensar todo el derecho penal y más aún como si alcanzara para pensar el orden jurídico todo en las diversas ramas. ¿Es posible ser penalista sin conocer los principios generales del derecho y las característica del orden jurídico como sistema interrelacionado? La mayoría de los penalistas piensa que no es necesario y apelan al principio referido como diferencia notable con el resto del derecho. Supuestamente basta con la "especialiazación penal". Semejante desacierto es promovido por la Universidad Pública.
El garantismo exagerado termina por abominar el sistema penal y se encierra en un callejón sin salida ignorando la raíz ética de la pena animada en toda profundidad por arquetipos del inconsciente colectivo configurados no solo en toda civilización sino en los comportamientos humanos más primitivos y también en los más elaborados y educados.
El segundo aspecto que hay que considerar y como consecuencia de lo dicho es el "hábito de juzgar" tan persistente en los humanos sobre todo en los latinos. Pero ese hábito también es ínsito a la actividad del pensamiento y las emociones. Desde Kant es así en "Occidente" -si podemos llamarlo de esa forma- solo que el creador de la "Crítica de la razón pura": racionalizaba ese juicio. El derecho penal racional y la actividad del Juez racional principalmente puede entenderse como una extensión de aquel pensamiento originado en Kogsniberg.
El tercer aspecto que parecen ignorar el garantismo exagerado y los matemáticos del derecho es que nuestro pacto con los derechos humanos desde el advenimiento de la democracia, en 1983, es el juicio a las juntas militares por los delitos de "lesa humanidad" al cual se llegó por el ejemplo universal de las Madres de Plaza de Mayo acompañadas por las mayorías. Es decir se basa en un juicio penal y la imposición de condenas. ¿Podemos prescindir del mismo? Imposible.
Falta poner en el banquillo de los acusados a los responsables del permanente "Genocidio económico" que someten al pueblo los administradores continuos del saqueo a las arcas públicas: banqueros, financistas, consultoras, empresarios, ejecutivos, etc. Es que el saqueo a las arcas públicas impide la distribución de la riqueza que repare el "Daño Social" producido por los mismos.
Párrafo aparte merece la dogmática penal y los cultores de esta que llegan a una adoración por su lógica formal inserta en los silogismo sacrificando la justicia del caso concreto en pos de mantener esos principios lógicos para contentar el propio ejercicio, rito y artificio en la única finalidad del sistema penal. Llaman a ese mecanismo: racionalidad. Es que la dogmática tiene raíces más profundas con Savigny. No es solo un método de interpretación del tipo penal y lo que caracteriza a la dogmática no son solo sus cultores sino todo lo que la dogmática misma oculta: las relaciones diálecticas del poder en sus contornos políticos, económicos y culturales. No llega hasta allí no puede resolverlos con los criterios de responsabilidad individual que no consideran a las personas jurídicas, las grandes corporaciones economicas (que son los amos en la escala del poder), todas las multinacionales que operar por internet global, los bancos, las empresas. Pero hay algo peor ni siquiera considera al individuo de clase media: sólo el "rústico".
Otros -seguidores de Gunther Jakobs- llegan al infinito de responsabilidad penal con la imputación objetiva sin límites. Con Jakobs asistimos al extravío de la dogmática y a la destrucción de los propios principios constitucionales del derecho penal. ¿Alguien se habrá dado cuenta? Es precisamente ahí donde nace el "Derecho penal del enemigo". No fue acaso lo que se llama "lawfare" una forma grosera del "Derecho Penal del Enemigo" que los dogamáticos concibieron.
La "Criminología Crítica" advirtió todo lo dicho aquí y no avanzó más allá de la mera crítica esperando un cambio social revolucionario que estableciera un nuevo sistema de relaciones sociales. Perdió toda esperanza en el Derecho Penal y lo cubrió con un nihilismo exacerbado pues les resultaba inútil buscar respuestas en el sistema penal. A pesar de los numerosos textos posteriores al libro clave del Profesor Alessandro Baratta: "Crimonología crítica y crítica del derecho penal", en su raíz lo seguía repitiendo sin conmoverse por el devenir histórico lo cual era común en la Facultad de Derecho de la UBA, en los años ochenta.
La espera del supuesto cambio de relaciones sociales puede ser larga mientras tanto hay que actuar y no basta la Docencia en Universidades públicas y las publicaciones "científicas". Esa actuación entre otras posibles es no dejarle lugar al populismo punitivista de derecha que encubre el delito económico y pone acento en los "hechos de sangre". Ocurre que son los pobres las principales víctimas de los hechos violentos y también lo son de los "Delitos Economicos financieros". Advertirlo y permanecer inactivos ante estos últimos o solamente hacer un crítica temática del tema que quede en el campo de la Universidad o en publicaciones deja entrever que no se toman muy en serio lo que enseñan y que la espera del "cambio" será eterna.
No se conoce ningún "pibe chorro" que viva toda su vida con las ganancias de sus delitos como si lo hacen los banqueros, empresarios, contrabandistas de soja y oleaginosas y otros criminales económicos.
El delito de cuello blanco de los mencionados, de los poderosos, los endeudadores seriales, los destructores del medio ambiente, los fugadores de capitales, son los principales creadores de los sujetos pasivos y activos de los delitos en general pues son los productores del "Daño social" al cual nos referimos.
Para la "derecha populista punitivista" en sus mediáticas propuestas esto se resuelve a balazos sobre los pobres. El círculo se cierra cuando el garantismo bobo -al que nos hemos referido http://vagosyderecho.blogspot.com/2015/04/penas-justas-y-garantismo-bobo-por.html), al no diferenciar correctamente ambos universos -del "pibe chorro" y el delincuente económico financiero-, en el proceso, en el juicio, en la valoracion, en la sancion, termina beneficiando al mas poderoso. Algo similar a la igualdad aparente entre el dueño de los medios de produccion y el proletario, en el primitivo derecho laboral del Siglo diecinueve.
Son temas todos estos demasiado importantes y trascendentes para nuestro país para dejarlo sólo en manos de abogados, restantes actores del sistema penal y periodistas especializados.
Sabemos que la ley enreda a los más chicos como dice el Martín Fierro, y como vemos en la realidad, el rico comete delitos, y en los contados casos que son interpelados por la justicia, se agravia porque se duda de su "prestigiosa moralidad", y por supuesto va a recusar y difamar al Juez que se digne juzgarlos y a los denunciantes, querellantes, a todos los que contribuyan.
El movimiento nacional y popular tiene que tener claro que en su naturaleza y convicción, debe estar el combate contra la delincuencia de los poderosos y la publicidad de todo lo relativo al delito económico.
Impresionante el artículo, como veterinario que soy lo voy a tener que "rumiar" un buen rato a ver si lo puedo incorporar primero, y por que no considerar después en alguno de mis ensayos, aunque mas no sea tangencialmente.- Genial Claudio, ABRAZO.- Gerardo Cabail
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