martes, 25 de agosto de 2015

CIENCIA DE LA JUSTICIA, POR CLAUDIO JAVIER CASTELLI


Claudio Javier Castelli
 CIENCIA DE LA JUSTICIA, POR Claudio Javier Castelli


(Trabajo realizado para la materia Epistemología, de la maestría en filosofía del derecho, de la facultad de derecho, de la UBA, que dicta la Dra.María Isolina Dabove, el punto elegido, el derecho: ¿es ciencia?)

Sumario: 1) Consideraciones sobre el artículo de Julio Germán von Kirchmann, "El carácter Acientífico de la llamada Ciencia del Derecho. a) Ciencia, intuición y pensamiento. b) Ciencia, lenguaje y verdad. c) Ciencia, valores y valoración. d) Ciencia e historicidad del espíritu. e) Ciencia, pasión y sentimiento. f) Ciencia y justicia. 2) Apéndice de citas sobre el artículo de Julio Germán von Kirchmann, "El carácter Acientífico de la llamada Ciencia del Derecho. 3) Nota. 4) Bibliografía




1) Consideraciones sobre el artículo de Julio Germán von Kirchmann, “El carácter Acientífico de la llamada Ciencia del Derecho”.



a) Ciencia, intuición y pensamiento

“Que la jurisprudencia carece de valor como ciencia teórica, que no constituye una ciencia con arreglo al auténtico concepto de la misma” (von Kirchmann, pág.251). (…) “A quién de los juristas prácticos no sobreviene algunas veces el sentimiento evidente del vacío y de la insuficiencia de su ocupación? ¿Qué otra clase de literatura posee, al lado de obras buenas, un semejante cúmulo de libros carentes de espíritu y de gusto, como lo posee la literatura jurídica?”. (…) “¡Qué cantidad de leyes y, no obstante, cuántas lagunas! ¡Qué ejército de funcionarios y, no obstante, que lentitud de la justicia! ¡Qué cuantioso empleo de estudios y erudición y, no obstante, que incertidumbre en teoría y práctica! ¡Un Estado que proclama como su suprema misión la realización del Derecho y que, no obstante, se hace pagar cada aplicación del mismo en dinero contante y sonante!" (ibíd.).

Esos conceptos están empleados en las dos primeras páginas, como para despachar al lector, sobre el carácter acientífico del derecho. Entendemos por ciencia la primera acepción, que da el Diccionario de la RAE (Vigésimo tercera edición, 2014): “Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se deducen principios y leyes generales con capacidad predictiva y comprobables”.

Nos satisface más la definición de la RAE, que la observada en algunos de los textos consultados (Por ejemplo: “La ciencia, su método y su filosofía”, Mario Bunge, Siglo veinte, Buenos Aires), este último sobre todo porque el rigor matemático que pretende para las ciencias duras, no es una derivación lógica necesaria, dado que la imaginación y el azar, también son tan importantes, como un cálculo matemático.

Por supuesto que en las ciencias sociales, entre las cuales ubicamos el derecho, tienen una estructura en donde a esa imaginación creadora, hay que agregarle el complejo normativo, lleno de lagunas, incoherente, y asistemático; y las valoraciones, que constituyen la luz que ilumina, las conductas sociales, o mejor dicho el proceso económico, social, político y cultural. En ese complejo, que podríamos considerar como trialista, aunque no compartimos totalmente la versión de Werner Goldschmidt (“Introducción Filosófica al Derecho”, La teoría trialista del mundo jurídico y sus horizontes, sexta edición, 1980, Depalma, Buenos Aires), pues vemos en ella una exceso clasificatorio, que de alguna manera impide comprender la totalidad del fenómeno jurídico (decimos jurídico en sus tres dimensiones). Pero esa superabundancia de clasificaciones, provoca un excesivo instrumentalismo de la teoría, que conspira, con la posibilidad de conceptualizar lo absoluto y lo uno.

Es que creemos que el principio del conocimiento es la intuición, entendemos por ella la “Facultad de comprender las cosas instantáneamente, sin necesidad de razonamiento. (Fil) Percepción íntima e instantánea de una idea o una verdad que aparece como evidente a quien la tiene”. (RAE). Y cómo intuir: “Percibir íntima e instantáneamente una idea o verdad, tal como si se la tuviera a la vista”. (RAE).

Podemos distinguir: la intuición intelectual, la intuición artística o de la belleza, y la intuición o experiencia mística. Pero las tres se dan como unidad, salvo que uno esté dedicado unilateralmente a alguna de ellas, si bien momentáneamente pueda ser que ocupe toda la atención, después de unos momentos se completará integralmente la clarividencia. El derecho debe ser intuido de esta forma. Sé que no es la forma como se lo toma. Hay una manía del número, de la cantidad, de la estadística, y de la lógica simbólica, y de la lógica formal, hoy para comprender el derecho, a quién concebimos como “el orden social justo” (LLambías). Ese exceso solo puede tener como consecuencia una incapacidad para ser justo, y una imposibilidad para comprender el derecho, es decir todo el entramado, o complejo de saberes (Dabove), que entran en su objeto. 


b) Ciencia, lenguaje y verdad.


Racionalizar el presentir de las intuiciones es pensar; es necesario superar lo inmediato (la intuición), para ir hacia lo mediato (el pensamiento), en una dialéctica permanente mediada por el lenguaje, la palabra, cuya característica es la incapacidad de nombrar lo que dice, quiere decir algo singular, pero menta siempre lo universal.

Pensamiento y lenguaje es una interconexión permanente, pero el pensamiento puede ir más allá del lenguaje, y el lenguaje puede ir más allá del pensamiento. Lo primero ocurre, cuando no hay palabras para significar lo que se piensa. Lo segundo, cuando no hay pensamientos para las sugerencias, los matices de las palabras.

La consecuencia necesaria de lo dicho en el último párrafo es el carácter aproximado de toda verdad, por ejemplo: el concepto de verdad como correspondencia entre idea y cosa, nunca cierra el círculo, nunca apresa la totalidad del sentido, nunca puede asir lo que siempre se escapa, que es ese objeto inapresable, que se llama realidad.

Pero no es solamente el carácter aproximado de toda verdad, sino de toda ciencia. Las ciencias duras son cuantitativas predominantemente, las ciencias sociales son cualitativas predominantemente: en ambas siempre rige la aproximación. No debe creerse que cuando más aproximado sea, más cerca estará de la verdad y de la ciencia. Al contrario más inmenso será el número de interrogantes, que se vuelven a plantear, y más desesperada será la búsqueda. Acaso, porque el hombre es básicamente espíritu, no solo en el sentido neotestamentario de “pneuma”, hálito fínisimo, que supera lo material, sino también como autoconciencia (seguimos a “Hegel. La conciencia de la modernidad”, Walter Jaeschke, Akal, Madrid, 1998, pág.24/25)), es decir autorreferencia y autoobjetivación, y, asimismo, historia.

Esa autoconciencia es de todo lo que existe, de todo el universo, si bien creemos que el hombre tiene preeminencia, tiene también derechos la naturaleza: los animales, los vegetales, la tierra.

“En lo espiritual, sin embargo, esta autorreferencia no sólo es, sino que también sabe: conciencia de sí mismo del espíritu. El hecho de que Hegel distinguiera de tal modo autorreferencia que sabe, tiene, a su vez, profundas raíces en historia de la filosofía, en el pensamiento aristotélico de la unidad del Nus y el Noeton, del pensar y lo pensado. Sin embargo, esto no es nada singular: la realidad efectiva en su conjunto está dispuesta conforme a tal autorreferencia, autorreferencia que sabe. Tiene la estructura de la subjetividad, y allí donde resulta, en la autorreferencia que sabe del espíritu, está alcanzado su nivel más alto” (Jaeschke, página 25).

No es verdad que nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos (Locke), las imbricaciones de la lógica dialéctica, es que el pensamiento, puede avanzar por sí solo dialécticamente, en afirmaciones, negaciones y síntesis, tanto abstractamente, como concretamente. Hay algo que acecha al Hegelianismo, que es el catecismo marxista, el materialismo dialéctico. Que es agregarle entendimiento a todas las cosas. Todo o casi todo puede pensarse, pero es siempre insuficiente. En ese sentido no seguimos a Hegel en su construcción teórica, aunque lo acompañamos largos trechos. Pero creemos que la ciencia siempre se continúa en un zigzag, entre intuiciones, presentimientos y pensamientos.

El derecho no es una ciencia dura, pero es una ciencia total o absoluta, que para su análisis y desarrollo debo ir de las intuiciones al pensamiento y el del pensamiento a las intuiciones, como dijimos.


c) Ciencia, valores y valoración.

-“Un pueblo puede vivir muy bien sin ciencia jurídica, pero nunca sin derecho” (…) “Lo decisivo es la particularidad del caso dado y aquel refrán”( Kirchmann, pág. 254).



En el caso concreto se resuelve la justicia. No importa tanto la coherencia dogmática sino la justicia del caso concreto. Por supuesto que deben aplicarse los principios generales del derecho, pero se juzgan con las valoraciones de justicia.

Principalmente tres valores son previos y consustanciales al mundo del derecho: LA IGUALDAD, LA LIBERTAD Y LA JUSTICIA. Los tres valores son “en sí” y “para sí”, en sentido hegeliano. Es decir que deben conceptualizarse en relación a sí mismo y con relación a su proceso de desarrollo histórico, y consumación en la realidad. Tienen tres aspectos: el universal, el particular, y el singular o individual.

El universal es la consideración del valor “en la pura indeterminación o pura reflexión del valor en sí mismo, en el cual es disuelta toda limitación”, “la infinitud ilimitada de la absoluta abstracción o universalidad, el pensamiento puro de sí mismo” (Hegel, pág. 81). Esto significa pensar el valor idealmente, en su total abstracción; aunque en este sentido unilateral, es un proceso natural, pero también insuficiente. Hegel pone como ejemplo: la época del terror en la Revolución Francesa, “solo destruyendo algo tiene esta voluntad negativa el sentimiento de su existencia” (ibíd. Pág.82). Le resulta insoportable la construcción de un orden o todo lo sospechado de intentarlo. Quiere algo universal y abstracto, pero en realidad, no puede soportar la determinación. Es también como el fanatismo Hindú.

El particular es el “momento de la finitud” (ibíd. Pág.83), el poner “una determinación en la forma de un contenido y un objeto” (ibíd. Pág.83). El valor es historia determinada.

La singularidad o individualidad es la unidad de estos dos momentos, la “particularidad reflejada en sí mismo y por ello reconducida a la universalidad” (ibíd. Pág. 85). Es la autodeterminación del valor de “ponerse como negativo de sí mismo, es decir de ponerse como determinado, limitado, y al mismo tiempo permanecer consigo, o sea en su identidad misma” (ibíd. Pág. 85). El valor se mantiene consigo y con lo universal.


d) Ciencia e historicidad del espíritu

-“La mutabilidad del derecho natural como objeto de la jurisprudencia. El sol, la luna y las estrellas brillan hoy como desde hace millones” (…) “Pero el derecho ha cambiado. El matrimonio, la familia, el Estado y la propiedad han atravesado las formas más múltiples. El nombre más conocido para esa mudabilidad de la materia es el desenvolvimiento progresivo de las diferentes instituciones del derecho” (Kirchmann, pág.257).



Esa variabilidad de su objeto tiene raíz en la historicidad del espíritu humano, en la mutabilidad de la conducta humana, en las cambiantes percepciones e interpretaciones de los hechos y valoraciones de una sociedad marcada por la influencia geográfica y geopolítica, puntualizando el presente, la actualidad, como fenómeno necesario para la adopción de la decisión jurídica.

Presente también imposible de asir del todo “Porque el búho de Minerva sólo alza su vuelo en el ocaso” (Hegel, pág.63). El derecho, como la filosofía llega siempre demasiado tarde, cuando el hastío de la injusticia agosta su reparación; aunque esa misma reparación se celebre como un triunfo, debido a la lucha de los grupos, sectores, sociedad, o bienes jurídicos beneficiados o favorecidos.


e) Ciencia, pasión y sentimiento.

-“El derecho no sólo consiste en el saber sino también el sentir” (Kirchmann, pág.261) (…) “¡Qué apasionamiento, cuántas pasiones, cuántos partidos se introducen de contrabando en la búsqueda de la verdad” (ibíd. Pág.262) (…) “El sentimiento nunca y en ninguna parte es un criterio de verdad” (ibíd. Pág. 262) (…) “Lo que en un pueblo indigna, se aplaude en el otro” (Ibíd. Pág. 262).



Es evidente que el sentimiento forma parte fundamental del derecho, y está bien que sea así, debe valorarse a su influjo, y en el proceso de ir hacia el pensamiento, pero no se crea que el pensamiento elimina totalmente las emociones. Les ocurre ello a todos los juristas, jueces, fiscales y abogados, articulistas, en el proceso de resolver un caso, o, en la construcción de una decisión dogmática, aun en las personalidades más frías.

Lo importante es que se intente hacer un juego dialéctico entre emoción, intuición y pensamiento. Pero en la valoración de hecho como injusto, acaece algo mucho más cotidiano, que la valoración de un hecho como justo. Tal vez, porque la injusticia es una experiencia vital permanente en las sociedades capitalistas. En esa valoración de injustica, basta dar de vueltas al acto inicuo, preñado de emociones, por el mismo hecho justo, pensado y valorado, que sin los procesos intuitivos, emocionales y de pensamiento serían imposible de transformar.

En ocasiones hay tensiones entre emociones injustas y pensamientos justos, o emociones justas y pensamientos injustos. Allí sólo “la decisión resuelve una paradojo” (Nklas Luhmann). Decisión que debe privilegiar lo más justo del caso concreto.


f) Ciencia y justicia

La pregunta fundamental es ¿Qué es la justicia?. Hay criterios para ese concepto (distinguimos concepto de definición, pues aquel tiene los requisitos de universalidad, particularidad, y singularidad o individualidad).

Un primer criterio es la debida evaluación de la relación débil/poderoso. Poderoso es básicamente un criterio económico político o político económico. En ocasiones puede ser el Estado, pero en muchas ocasiones es el poder económico privado, el poder de las corporaciones. En la mayoría de los casos debe privilegiarse al más débil, porque la injusticia aparece como evidente, que se desprende de la exterioridad e interioridad del suceso, a plena luz contemplable.

Debería ser un interrogante de todo alumno de derecho y todo profesional: ¿Si voy a estar del lado de los poderosos, o de los más débiles? La respuesta a esta pregunta no solo resuelve un conflicto, sino que profundiza la democracia, pues la mayoría de los abogados eligen la vereda del sol del poder político o económico, en consecuencia cuando más abogados elijan la vereda de la sombre de los débiles, podría hacerse una democracia más equitativa.

Por supuesto que en esas decisiones y todas las resoluciones sobre el camino a seguir abunda la ideología, que cada quién tiene y adopta. Ideología no es “partidismo”, sino cosmovisión (Weltanschauung), visión de mundo que le permite a un sujeto posicionarse en la realidad, y adoptar una pauta de acción e interpretación. Todos, absolutamente todos los abogados tienen ideología. Quienes la niegan, en la mayoría de los casos son de derecha.

El segundo criterio es el daño patrimonial o social que se provoque con la resolución, o decisión dogmática, daño que debe evaluarse tanto materialmente como inmaterialmente. Material o inmaterial el daño, es igualmente perjuicio jurídico. Según la vieja prescripción del Código Civil reformado (“Los objetos inmateriales susceptibles de valor, e igualmente las cosas, se llaman “bienes”. El conjunto de los bienes de una persona constituye su “patrimonio”. Art. 2312 CC). Ese patrimonio puede ser individual, grupal, social o estadual, y social o daño social. Este último es el que provoca a toda la comunidad, imposible de cuantificar, aunque se puedan hacer aproximaciones.

El tercer criterio es la valoración de la igualdad y la libertad de la resolución o decisión dogmática, o del hecho acaecido y sus autores. Debe estarse a la decisión más equilibrada entre igualdad y libertad, para lo cual deben hacerse jugar los dos criterios anteriores. Deben intuirse y pensarse los criterios indicados: universal, particular y singularmente.

La actualidad de la decisión intuitivo/pensante justa debe privilegiarse al pasado, y/o las costumbres.

El cuarto criterio es que la decisión profundice la democracia en un Estado de bienestar, o social y democrático de derecho.

Profundizar la democracia es ampliar derechos en primer lugar para los más desprotegidos, o grupos minoritarios o excluidos tradicionalmente, en segundo lugar a toda la sociedad.

El Estado de bienestar, o social y democrático de derecho, es aquel donde una activa intervención del Estado en pos de los más débiles, o para ponerle límites al poder económico, garantiza mayor democracia; pero también es aquel donde se le ponen límites al estado y su avance sobre los individuos. Donde se reconoce la igualdad, la libertad y la justicia, como valores prioritarios, pero donde la justicia es el valor supremo.

Conceptualizamos como justicia, el privilegiar a los débiles por sobre el poder económico político o político económico, la debida ponderación del daño patrimonial y social, y la equilibrada valoración entre igualdad y libertad, de un caso actual y concreto, que profundice la democracia, en un estado de bienestar o social y democrático de derecho.



2) APENDICE DE CITAS sobre el artículo de Julio Germán von Kirchmann, “El carácter Acientífico de la llamada Ciencia del Derecho”.

“Por culpa de la ley positiva los Juristas se han convertido en gusanos que sólo viven de madera podrida” (Ibíd. Pág. 267) (…) “Tres palabras rectificadoras del legislador y bibliotecas enteras se convierten en papeles inútiles” (Ibíd. Pág. 268). (…) “Para destruir el error, no formal, sino material, se busca un rincón en la ley positiva a fin de introducir de contrabando y de hacer eficaz el Derecho natural” (Ibíd. Pág.271). (…) “Sólo los errores y los defectos de toda clase constituye el objeto del que la jurisprudencia casi exclusivamente se ocupa y desgraciadamente ha de ocuparse” (Ibíd. Pág. 273). (…) “La ley positiva se asemeja a un sastre testarudo, que dispone únicamente de tres figurines para toda la parroquia” (Ibíd. Pág. 274). (…) “La arbitrariedad en las últimas determinaciones de la ley positiva penetra también en la ciencia” (Ibíd. Pág. 274). (…) “La ciencia se encuentra con la ingrata misión de resolver estas dudas, de sistematizar lo arbitrario” (Ibíd. Pág. 274). (…) “La ciencia se contradice a sí misma: desea captar el objeto y los aplasta” (Ibíd. Pág. 276). (…) “La ciencia carece de su terreno natural y se desvía con suma facilidad hacia la sofisticación y las elucubraciones estériles” (Ibíd. Pág. 276). (…) “La justicia se ha convertido por la ciencia en un juego de azar” (Ibíd. Pág. 277). (…) “Mencionaremos la prohibición de Justiniano de que sea comentado su Código” (Ibíd. Pág. 278) (…) “El intento de Federico el Grande de abolir la abogacía estriba en la misma idea” (Ibíd. Pág. 278). (…) “El deseo de establecer jurados estriba en el mismo fundamento” (Ibíd. Pág. 280). (…) “El Estado se contentaría con estatuir los principios fundamentales, abandonando al sano sentir del pueblo su aplicación en todas sus ramificaciones sin necesidad de ponderación exacta” (Ibíd. Pág. 280).

3) Nota: El hecho de que los países anglosajones han permanecido con el derecho no codificado o common law, y han llegado a ser los pueblos más poderosos de la tierra, no implica que su derecho no escrito deba universalizarse, ni en esos países reinan las decisiones justas para los más débiles, al contrario los poderosos no tienen límites, en especial los poderosos económicos.



4) Bibliografía



-G.W. Friedrich Hegel, “Principios de la Filosofía del Derecho”, Los libros de Sísifo, edhasa, Barcelona, 1999, traducción Juan Luis Vermal.

-Julio Germán von Kirhmann, “El carácter Acientífico de la llamada Ciencia del Derecho”, en “La ciencia del Derecho”, Savigny, Kirchmann, Zitelman, Kantorowicz, Editorial Losada, Buenos Aires

-María Isolina Dabove, “El derecho como complejidad de saberes diversos”, por María Isolina Dabove, en “Ideas y Derecho”, Anuario de la Asociación Argentina de Filosofía del Derecho.

-María Isolina Dabove, “Kirchmann desde Kirchmann: La critica entre el relativsmo y el escepticismo”, Investigación y Docencia, N° 21, Universidad Nacional de Rosario, 1992/1993

-Walter Jaeschke, “Hegel. La conciencia de la modernidad”, Ediciones Akal, 1998, Madrid, traducción Antonio Gomez Ramos.

-Werner Goldschmidt, “Introducción Filosófica al Derecho”, La teoría trialista del mundo jurídico y sus horizontes, Depalma, Buenos Aires, 1980.

-Diccionario de la Real Academia Española (RAE), vigésimo tercera edición, 2014.



Claudio Javier Castelli, Agosto de 2015.













martes, 18 de agosto de 2015

ESPÍAS CONTRA "GOLPES DE MERCADO", Editorial I, (La Nación, 18/08/15)



OBERTURA: (Reproducimos este editorial del diario "La Nación", de hoy martes 18/08/15, pues el cinismo del mismo demuestra porqué el diario es cómplice de la delincuencia ecónomica en el país, y fue cómplice del proceso militar. Es complice porque intenta ocultar que el terrorismo de mercado o terrorismo financiero, existan en el país, y dibuja a los empresarios, como si todos se preocuparan unicamente por actuar con la " lealtad y diligencia del buen hombre de negocios", cuando especulan con el dólar permanentemente, jugando contra el país, elevando los precios de los productos generando inflación, hacen abuso de posición dominante, provocan administración fraudulenta, evasión impositiva y lavado de activos, y los banqueros, son los principales delincuentes financieros,   desde marzo de 1980, y continuaron despúes, las quiebras bancarias dejaron miles de bancos, provocando tendal de ahorristas perjudicados. Su negocio principal es operar en negro y girar divisas al exterior, sobre todo "paraísos fiscales". Ni qué hablar del Megacanje, del "corralito", y como se quedaron con los depósitos de los argentinos.

Como debería estar regulado típicamente el Terrorismo de Mercado o Golpe de Mercado, Por Claudio Javier Castelli



TIPO PENAL DE TERRORISMO DE MERCADO O GOLPE DE MERCADO

Serán reprimidos con prisión de cuatro (cuatro) a doce (12) años y multa de dos(2) a diez (10) veces el monto de las divisas fugadas al exterior, los que simultáneamente intentaran: aterrorizar a la población, o forzar una devaluación, o disminuir abruptamente el salario, o deteriorar las reservas del Banco Central República Argentina, u obtener la caída del gobierno democrático, u obligar a las autoridades públicas nacionales o extranjeras a realizar un acto o abstenerse de hacerlo, a través de:
a) La compra exagerada de divisas extranjeras
b) La demora injustificada de los exportadores para liquidar divisas.
c) La retención especulativa de granos de grandes productores o acopiadores
d) La fuga millonaria de divisas a Paraísos Fiscales, o centros financieros internacionales
Si lograren su objetivo, el mínimo de la pena aumentará en un tercio, y el máximo en la mitad. La misma pena sufrirá el funcionario público que hubiere participado en los hechos
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Para el diario "La Nación", los empresarios, lo mismo que en la dictadura los militares, son "BLANCANIEVES". Jamás informan de algun negociado realizado por privados, porque son sus anunciantes.  El "paquidermo mitrista" se llena de notas y editoriales sobre la "anomia" y el "país sin ley de los populistas", pero son los principales transgresores de las leyes que benefician a las mayorías, y principales promotores de las interrupciones democráticas. En realidad quiere quedarse tranquilo, conque no existen los golpes de mercado, para poder impulsarlos sin consecuencias. Pasen, vean y lean los editoriales, atendidos por sus propios dueños. -vyd-)



Editorial I ("La Nación", 18/08/15)
Espías contra "golpes de mercado"

Sólo los países que sufren pésimas gestiones económicas denuncian procesos destituyentes para profundizar sus medidas populistas y antidemocráticas
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Se atribuye al fundador y entonces director del diario Ámbito Financiero, Julio Ramos, haber acuñado allá por 1989 la expresión "golpe de mercado" para describir el fenómeno político-económico que causó la derrota electoral del presidente Raúl Alfonsín. Sin saberlo entonces, Ramos puso en circulación una expresión que ha sido de mucha utilidad para quienes pretenden crear una grieta entre la democracia y el mercado, atribuyendo a éste ser enemigo permanente del interés general y propulsor de autoritarismos destituyentes.

Pero Ramos nunca hubiera imaginado que su frase periodística pudiese transformarse en una consigna ideológica y, luego, en una categoría legal al incluirse como polizón en la nueva doctrina de inteligencia nacional (decreto 1311/15) que reglamenta la ley de inteligencia nacional.

En efecto, ya esa ley, dictada a las apuradas luego de la muerte del fiscal Alberto Nisman, dio lugar a la polémica al facultar a la nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI, ex SIDE) a realizar inteligencia criminal respecto de variados delitos federales complejos, como el terrorismo, pero incluyendo como novedad los que atentasen "contra el orden económico y financiero".

El decreto reglamentario fue mucho más allá del texto legal, reflejando la inspiración chavista de su redactor, pues redefine la forma de organización nacional con los mismos términos de la constitución venezolana: "Estado constitucional social y democrático de derecho", calificativos ajenos a nuestra Constitución Nacional.

Conforme a la nueva doctrina de inteligencia nacional, formulada en el citado decreto, corresponderá a la AFI realizar inteligencia sobre "grupos económicos y/o financieros empresas, bancos, compañías financieras, etc. [sic]- que lleven a cabo acciones tendientes a la desestabilización de gobiernos democráticos, mediante corridas bancarias y cambiarias, desabastecimientos, «golpes de mercado», etc. [sic]". Estas tareas serán responsabilidad de la ahora temible Dirección Nacional de Inteligencia Criminal (Dinicri), una de las dos grandes direcciones de la AFI que tendrá en la mira a los grupos nacionales o extranjeros sospechosos de delincuencia económica o financiera.

Es deplorable que un decreto reglamentario haya sido escrito sin ningún rigor técnico, como si se tratara de un folleto instructivo para militantes de La Cámpora, utilizando "etcéteras" al definir ámbitos de competencias de un organismo de inteligencia y, mucho más, al adoptar una expresión coloquial entrecomillada como "golpes de mercado", que carece de todo sustento normativo o jurisprudencial.

Ante las críticas recibidas de instituciones empresarias, el nuevo responsable de la AFI, Oscar Parrilli, debió aclarar que "el objetivo de la AFI es cuidar y no espiar a los argentinos". Mientras articulaba sus poco creíbles declaraciones, aumentaba aún más la inquietud de sus interlocutores, pues lo hacía anunciando el traspaso del control de las escuchas telefónicas desde la AFI a la Procuración General de la Nación, a cargo de Alejandra Gils Carbó, activista indiscutida de Justicia Legítima.

La Comisión de Acuerdos del Senado aprobó la semana pasada los pliegos del citado Parrilli y de Juan Martín Mena para dirigir la nueva AFI, quienes ya pueden hacer inteligencia sobre posibles "golpes de mercado" y sus eventuales inspiradores. Insólitamente, el titular de la UCR, el senador Ernesto Sanz, afirmó: "Si algunos esperaban que yo hablase en contra de las posibilidades de atacar la criminalidad económica o los golpes de mercado, no lo voy a hacer. Un gobierno radical fue víctima de muchas de esas cosas. Todo lo que sea hacer inteligencia sobre personas antidemocráticas que usan variables económicas va a contar con nuestro respaldo".

Es triste que el radicalismo avale la utilización de un modismo tan ingenioso como intencionalmente vago para ampliar las facultades discrecionales del organismo de inteligencia controlado por el kirchnerismo. Y que un político inteligente y republicano como el senador Sanz repita el mismo discurso conspirativo utilizado por el gobierno de Alfonsín cuando la hiperinflación hizo estallar el Plan Primavera. La UCR todavía carga el lastre de haber intentado mimetizarse con el peronismo en su recordada Declaración de Avellaneda (1945) cuando propuso la "liberación económica del hombre argentino y de la Nación argentina" identificando a los acaparadores, a los monopolios y a los especuladores, entre otros enemigos de esa liberación.

En la Argentina, como en Venezuela, los desajustes económicos son causados por pésimas políticas públicas. La búsqueda de culpables fuera del Estado es un clásico de los populismos para concentrar poder reclamando la unidad del pueblo frente a enemigos externos e internos. La teoría conspirativa es parte esencial de esa convocatoria, pues permite manipular las culpas, exculpando a los amigos e incriminando a los enemigos. Su objetivo es la "liberación", ya que una vez liberadas de sus enemigos, las naciones serán prósperas y felices como corresponde a los países "de buena gente".

Para la teoría conspirativa, no existe inseguridad jurídica, ni déficit fiscal, ni pérdida de reservas, ni emisión monetaria, ni cepo, ni inflación. Sólo existen grupos de poder concentrados, especuladores financieros, fondos buitre, oligarquías terratenientes, políticos antipatria, medios saboteadores y corporaciones transnacionales que se oponen a las democracias populares. Cuando esos grupos ven en riesgo sus intereses, desencadenan "golpes de mercado". Verdaderas asonadas blandas, en el marco democrático, que sustituyen a los golpes militares del pasado y que desencadenan, en forma premeditada, corridas bancarias, alza del dólar, fuga de capitales y desabastecimiento de productos esenciales.

La teoría conspirativa abreva de numerosas fuentes, desde el nacionalismo tradicional hasta el marxismo de la sociedad sin clases. Convoca tanto a los lectores del Manifiesto Comunista, como inspira a quienes celebran la Vuelta de Obligado y a quienes aplauden la base china en Neuquén. Movilizó tanto a los Montoneros expulsados en 1974 como a los sindicalistas que los hicieron expulsar.

La interpretación conspirativa convierte al mercado en una asociación ilícita de operadores apátridas, mercenarios del dinero, carentes de moral e ideología, y capaces de actuar de consuno en función de intereses innombrables. Esta visión torpe y maliciosa pretende ignorar que la búsqueda de protección de los ahorros es la consecuencia y no la causa de las crisis que se imputan al mercado. Y que esas crisis ocurren cuando se remata el accionar público al mejor postor, cargando los presupuestos estatales de empleo redundante, de contrataciones infladas y de gastos con fines políticos.

El mercado que opera dentro del Estado es el verdadero responsable, aunque se lo arrope con el lienzo celeste y blanco. Ese mercado de lo público, a diferencia del privado, es el real contubernio de políticos y particulares que desnaturaliza su razón de ser, lo utiliza en provecho de pocos y lo desestabiliza hasta quitarle legitimidad.

La inclusión del modismo "golpe de mercado" en la doctrina de inteligencia nacional, además de inconstitucional, implica una atribución de facultades discrecionales a la AFI con propósito persecutorio para ocultar la propia torpeza. Solamente los países que sufren pésimas gestiones económicas denuncian estos supuestos golpes para profundizar sus medidas antidemocráticas. Se trata de profecías autocumplidas, fruto de utilizar el Estado como una feria de designaciones, privilegios y contrataciones desviadas. Hacia ese "mercado de lo público" debería dirigirse la lupa de los nuevos investigadores si realmente desean identificar las causas y los causantes de las reiteradas crisis argentinas..

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/espias-contra-golpesde-mercado-nid1820012

martes, 11 de agosto de 2015

"AHORA LA POLÍTICA SUBORDINA AL MERCADO", POR RAÚL DELATORRE (PÁGINA12, 09/08/15)



En los días previos a estas elecciones, otra vez los ataques especulativos intentaron imponerle al Gobierno una devaluación. Vanoli analizó los factores históricos que subordinaron la política a la economía, y explica cómo se logró revertir esa lógica.

En las últimas semanas, el país volvió a estar sometido a un escenario que, históricamente, no es nuevo: las corridas cambiaras en los días previos a las elecciones nacionales. En diálogo con Página/12, el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, analizó los factores que pesaron sobre la situación actual y la reacción que tuvo el gobierno para frenar la corrida. “Hay una correlación histórica entre golpes de mercado y gobiernos débiles. A Isabel Perón (1975) y a Raúl Alfonsín (1989) los derrotaron con golpes de mercado. El fin de la convertibilidad y la salida de Fernando de la Rúa (2001) también estuvieron ligados a las condiciones impuestas por el mercado financiero. Pero ahora se invirtió la lógica. Es la política la que subordina a la economía. Y hay una centralidad política, en la toma de decisiones, en la figura presidencial. Las políticas económicas se deciden sobre la base de objetivos políticos y sociales, de crecimiento con mayor justicia, no de tener equilibrio fiscal a cualquier costo”, sostuvo el responsable del organismo monetario. “Por supuesto que quienes impulsan la corrida tienen el propósito de obligar al gobierno a abandonar esa posición y hacer un ajuste, es un mensaje a quien está y a quien viene a ocupar el cargo como nuevo presidente; una megadevaluación es muy buena para algunos, pero muy mala para muchos”, explicó Vanoli en esta entrevista.

A lo largo de los dos gobiernos de Cristina Kirchner, los ataques especulativos, particularmente en el mercado cambiario, han sido recurrentes en momentos de definiciones políticas. Pero es un fenómeno histórico, que relaciona a la democracia con los condicionamientos que pretende imponerle el llamado mercado. ¿Cómo describiría esa disputa en la instancia actual?

Yo diría que la diferencia fundamental con experiencias anteriores está dada por la centralidad política que ejerce la Presidenta de la Nación. De esa forma se le logró torcer el brazo a los intentos de golpe de mercado en esta oportunidad y en las anteriores. Los gobiernos de Isabel Perón en los ’70, de Alfonsín a fines de los ’80, incluso De la Rúa en 2001, estaban en una posición de mucha debilidad frente a la presión del establishment. No tenían prácticamente instrumentos para defenderse en materia de política cambiaria o monetaria. Hoy Argentina llega en posición de mayor fortaleza frente a estos factores de poder, hacia el fin de un mandato presidencial, porque ha resuelto temas estructurales críticos: no tenemos más la presencia del FMI en nuestra política económica, y hubo un proceso desendeudamiento que es fundamental. Con estos condicionamientos, hubo gobiernos anteriores que no podían tener política cambiaria independiente, no podían emitir con lo cual no tenían política monetaria., Hoy es diferente, sobre todo tras la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de 2012, que le devolvió atribuciones. Te condicionaban a través de la deuda: si no hacías lo que “los mercados consideraban políticas razonables”, no te refinanciaban. Y por otro lado, la carga de la deuda, un endeudamiento que generaba una incapacidad para crecer, para que haya educación, salud, porque todo iba a la deuda. Pero a partir del desendeudamiento, ya no hay obligación de hacer las políticas que exigen los mercados. Ni siquiera con todos los intentos de golpe financiero que tuvo que afrontar este gobierno. Y ese resultado se logra por haber invertido la lógica. Por un lado, hoy es la política la que subordina a la economía. Por otro lado, hay una centralidad política en la figura de la Presidenta, haciendo políticas económicas sobre la base de objetivos de crecimiento. Sostener esa estrategia, tanto frente a la presión de los grupos económicos más poderosos como frente a otro tipo de soluciones propuestas para afrontar la crisis, es fundamental.

¿Los golpes de mercado son un intento de obligar al gobierno a tomar el camino del ajuste?
Los golpes de mercado son terrorismo financiero y tienen que estar legislados criminalmente (VYD)


Claramente. Porque hay una situación internacional que genera tensión sobre el mercado cambiario, y ahí hay dos estrategias para responder. Una es hacer el ajuste, con una devaluación fuerte para beneficiar a los exportadores y encarecer la importación, bajar el gasto público, y provocar una recesión que reduzca el consumo. La otra estrategia es más compleja. Porque frente a una crisis mundial, donde caen los precios de los productos que Argentina exporta, cae el comercio porque se demanda menos, tus principales socios comerciales la están sufriendo, si la apuesta es a sostener el crecimiento interno implica una solución más compleja, con una gran centralidad del Estado. En un primer momento, el país optó por acorazarse, cuidar las divisas. En un segundo momento, cuando se entendió que esta situación se extendía, decidimos potenciar las políticas anticíclicas para contrarrestar el bajón externo. Eso implicó aceptar más importaciones, no acumular tantas reservas y se trató de que los sectores productivos tengan las divisas necesarias para producir en las mejores condiciones. Es un ejercicio complejo porque se trata de tener bajo control el sector externo, sobre la base de seguir priorizando el crecimiento de la economía, sostener el consumo interno, mantener el empleo. Ir por el lado del ajuste, que es lo que el establishment promueve, tendría un costo social enorme, con un agravante. Una megadevaluación en Argentina tendría consecuencias más graves de la que tiene en otros países, porque además la recesión vendría de la mano de una inflación mucho más alta (por el mecanismo de formación de precios en Argentina de los sectores más concentrados). Y una puja distributiva feroz.

Los costos de un ajuste devaluatorio están claros. ¿Se pueden medir los resultados de haber adoptado el camino más complejo? Todavía la economía argentina no ha vuelto a la dinámica previa.
RAÚL DELATORRE, AUTOR DE ESTE REPORTAJE


Los resultados de esta política de priorizar el crecimiento se están viendo. Hoy tenemos parte del aparato productivo que está sufriendo las consecuencias de la menor demanda externa, como la industria automotriz, mientras que otros sectores que tienen que ver con el consumo interno, con el salario, están viviendo una suerte de “boom”: la construcción, la indumentaria, con tasas de crecimiento de hasta dos dígitos (más del 10 por ciento anual). El impulso y sostenimiento del mercado interno es la manera de no tener un aumento del desempleo, no tener una recesión enorme como tendríamos si no estuvieran estas políticas. Por eso, cuando hablan de gasto público o de emisión excesiva, yo pregunto qué pasaría si no estuviéramos utilizando estos instrumentos. La mayor emisión monetaria tiene que ver con que el Estado pueda financiar las políticas sociales, los planes de consumo, las medidas que tienen que ver con la actividad productiva como los subsidios para que la economía tenga mayor competitividad. Hay quienes por un lado reclaman productividad y, por otro, critican los instrumentos. Algunos ven sólo en el tipo de cambio, es decir en la devaluación, el instrumento.

Y utilizan los mercados especulativos para presionar por una devaluación.

Obviamente, una devaluación es muy buena para los exportadores y para aquellos que no dependen del consumo interno, pero es muy mala para todos aquellos que viven de un salario o que viven de vender sus productos a quienes tienen capacidad de consumo interno. Entonces, lo que se necesita es tomar medidas crediticias y fiscales que compensen la caída de la demanda externa. Sin embargo, se critica el nivel de emisión monetaria del Banco Central o el financiamiento con los recursos de Anses. Ahora, me pregunto, ¿cómo estaríamos si este gobierno se volviera loco y decidiera que el Banco Central y Anses dejaran de financiar? ¿Qué sucedería? Los jubilados estarían peor, y los futuros jubilados también, porque los fondos previsionales no es una caja que tiene que estar guardada sino que hay que ponerla en movimiento, y que mueva la rueda de la economía. En todo el mundo los fondos previsionales se utilizan para financiar al sector público. En muchos lados, con AFJP privadas, que hacen la intermediación y se quedan con el negocio, pero invierten en deuda del Estado, siempre. En Estados Unidos, en Europa o en Japón. Y por otro lado, los bancos centrales de todo el mundo financiar al Estado. ¿Qué hace el Banco Central Europeo? Compra bonos de la deuda de los países miembros. ¿Y está mal eso, no es lógico? El problema de Europa son las políticas fiscales de ajuste, pero la política monetaria es súper expansiva. Y no genera inflación. Y este es un tema para un gran debate interno. ¿Qué relación hay entre expansión de la base monetaria e inflación? Cuando se observa a Europa, Japón, y ni hablar de Estados Unidos, si se mide lo que aumentó la monetización es impresionante, y la inflación está en el dos por ciento. La inflación es otra cosa. Aquí también subió la emisión monetaria en el último año para financiar estas políticas y a pesar de ello bajó la inflación, medida por quien sea. Esto, la ortodoxia no lo puede explicar, como tampoco explica las consecuencias de la política de ajuste y la megadevaluación que promueven.
BANCO CENTRAL EUROPEO

miércoles, 5 de agosto de 2015

Citan a indagatoria a un camarista federal por lazos con la Triple A y la dictadura, Por Néstor Espósito (Tiempo Argentino, 05/08/15)






El presidente de la Cámara Federal de Bahía Blanca, Néstor Luis Montezanti, fue llamado a prestar declaración indagatoria acusado por crímenes de lesa humanidad presuntamente cometidos en los meses previos al golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 por la organización paramilitar de ultraderecha Triple A, y luego, durante el régimen, como agente civil de inteligencia que actuaba en la Universidad Nacional del Sur. Montezanti es la máxima autoridad de la justicia federal bahiense, una sociedad impregnada por la actividad militar, especialmente por el despliegue y la influencia de la Base Naval de Puerto Belgrano. Además, es actualmente docente de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Sur (Ver Página 5). El Tribunal que encabeza tiene a su cargo la revisión de decenas de causas por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura, pero él está excusado de intervenir en una de ellas: la que indaga en las supuestas complicidades de sectores civiles, entre ellas el titular del diario La Nueva Provincia, Vicente Massot.
Montezanti fue llamado a indagatoria (está citado para el próximo 27 de agosto) por un juez que, en la estructura jerárquica de la Justicia, es su
"inferior". Se trata del magistrado federal de la localidad bonaerense de Dolores Alejo Ramos Padilla, quien fue designado a fines de junio pasado como subrogante en Bahía Blanca. La convocatoria se precipitó a partir de un episodio singular: Ramos Padilla se encontró al llegar al juzgado, en un contexto de caos en lo administrativo, con la situación de un detenido que hacía casi tres meses que estaba en prisión, pero nadie le había tomado declaración indagatoria. El plazo legal para indagar a un detenido es de 24 horas a partir de la detención.
El accionar de la Triple A

Cuando el juez revisó el expediente, sorprendido por la irregularidad de la situación, se encontró con que Montezanti estaba mencionado, en un cuadro de imputación casi directa, en la página tres. Era imposible que ese dato pasara inadvertido. Sin embargo, ocurrió.
"Se le imputa al nombrado haber formado parte de la asociación ilícita parapolicial conocida como 'Triple A', y particularmente de las acciones que dicha organización llevó adelante en la ciudad de Bahía Blanca durante los años 70". Al grupo local de aquella banda liderada por José López Rega, el ex ministro de Acción Social del gobierno de María Estela Martínez de Perón, se le atribuyen unos 20 homicidios y decenas de hechos de violencia e intimidación pública. "Entre los distintos actos de intimidación y violencia que llevó adelante el grupo parapolicial que funcionó en Bahía Blanca, se encuentra el homicidio del dirigente estudiantil David 'Watu' Cilleruelo, ocurrido el 3 de abril de 1975 en los pasillos de la sede de la Universidad Nacional del Sur". Según el sitio de www.desaparecidos.org, "David Watu Cilleruelo era oriundo de Roca. Era un estudiante que estaba por ser secretario de la nuevamente formada Federación Universitaria de Bahía Blanca, la que agruparía a varias asociaciones estudiantiles. Ese 3 de abril estaba volanteando en la Universidad del Sur con un compañero para llamar a una reunión, cuando fue interceptado por un grupo de hombres de la Triple A que le pidieron documentos y luego le pegaron un tiro. Los hombres se retiraron en el auto del Rectorado de la Universidad del Sur." La Triple A en Bahía Blanca estaba al mando del entonces diputado nacional y dirigente de la CGT local, Rodolfo Antonio Ponce, y del rector interventor Dionisio Remus Tetu.
Montezanti también está imputado por su presunta participación en el secuestro, privación ilegitima de la libertad, amenazas y secuestro de los que fue víctima Jorge Omar Riquelme Esparza en 1977, un enfermero del hospital municipal de Bahía Blanca que fue capturado ilegalmente mientras estaba trabajando. Según la investigación, Riquelme Esparza fue llevado al Comando del Ejército. Allí, después de un feroz interrogatorio sobre "sus contactos, conocidos y su ideología política", fue obligado a firmar documentos autoincriminatorios. Quien lo invitó, a punta de pistola, -de acuerdo con la investigación– a firmar esos documentos fue Montezanti.

El presidente de la Cámara Federal bahiense se recicló como "personal civil de inteligencia del Destacamento 181", donde figuraba como "asesor universitario". Lo que se investiga es si 'marcaba' a estudiantes. ¿Cómo llegó Montezanti a esa instancia? De acuerdo con lo que constan en su legajo personal, desclasificado en 2010, fue el Jefe del Destacamento 181 y de la Central de Inteligencia Bahía Blanca, general José Osvaldo "Balita" Riveiro (prófugo de la Justicia argentina) quien lo recomendó. Ponderó, para ello, el conocimiento que tenía de él, sus "condiciones morales, ideológicas y familiares" y también sus antecedentes en la Triple A.
Montezanti también tiene una cita con el Consejo de la Magistratura. El 25 de agosto deberá presentarse –personalmente o por escrito- ante la comisión de Acusación y Disciplina. Por su cargo, posee inmunidad de arresto, pero nada obstaculiza que la investigación en su contra siga adelante y, eventualmente, en caso de ser desaforado o destituido, pueda ser arrestado. «







Una figura clave de la estrategia que benefició a Vicente Massot


F. M.

El presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de Bahía Blanca, Néstor Luis Montezanti, decidió excusarse de la revisión de las diversas causas de lesa humanidad que tramitan por aquel tribunal debido a las recusaciones que recibió. No obstante, su poder de injerencia quedó de manifiesto en el Caso Massot: fue el responsable de expulsar del Poder Judicial a Álvaro Coleffi, el único magistrado que se animó a indagar al poderoso empresario de medios local, Vicente Massot. En tribunales, lo interpretaron como un mensaje a todas luces "disciplinador".
Coleffi fue el único juez de Bahía Blanca que avanzó contra los cómplices civiles de la última dictadura cívico-militar. Además de indagar a Massot, titular del diario La Nueva Provincia, también activó los expedientes que involucraban a la Iglesia y el Poder Judicial local. Actuó como subrogante hasta que la presión de la corporación judicial bahiense lo llevó a apartarse del cargo. Un par lo acusó de filtrar escuchas a la prensa en una causa de narcotráfico de alto impacto mediático. Tras abandonar la magistratura, volvió a ejercer su cargo de secretario en el Juzgado Federal Nº 1. No lo sabía pero con ese movimiento selló su destino.
Atento a la acusación contra Coleffi, Montezanti decidió hacer una excepción en su postura ante las causas de lesa humanidad. El 30 de diciembre de 2014, tras argumentar que fue apartado de aquellos expedientes "cual si fuera un hodierno leproso procesal", el ex PCI del Ejército escribió: "He de intervenir en el presente asunto", en referencia a la situación de Coleffi. Cinco meses después, a principio de mayo, el tribunal comandado por Montezanti decidió cesantearlo.
La decisión de Montezanti fue acompañada por el voto del camarista Pablo Candisano Mera. Utilizaron la figura jurídica de la cesantía para remover a Coleffi porque no era un juez natural sino un secretario de juzgado devenido momentáneamente en magistrado subrogante. Al volver a ejercer como secretario bastaba un sumario y no un juicio político para removerlo.
Tras el apartamiento de Coleffi, por decisión de la cámara fueron nombrados al frente de las causas de lesa humanidad el secretario Santiago Ulpiano Martínez (subrogante) y el abogado Claudio Pontet (ad hoc). Ambos fueron removidos de sus respectivos cargos por expreso pedido del Consejo de la Magistratura, acusados de obstruir las causas por violaciones a los DD HH de la jurisdicción. En la misma resolución, el consejo avaló el nombramiento de su remplazante: Alejo Ramos Padilla, el juez que ayer decidió indagar a Montezanti.