sábado, 25 de julio de 2020

CONFESIÓN DE MADRUGADA por Claudio Javier Castelli



El peronismo también es el General Perón a los setenta y tantos años fumando un cigarrillo.

Susana, como siempre los viernes, mucha música, retazos de cigarrillos negros y un monólogo de vigilia. Tuve muchos diálogos de intermitentes certezas y placeres. No reside ahí la cosa. Pero de todas maneras no. Ni siquiera me convence la nostalgia y el clamor de besos y susurros. 

Solo cuando enciendo un cigarrillo negro me parece estar en un presente que se disloca. Tampoco el viejo poema de hilvanar versos. No, tampoco. Ni unos ojos vivaces que acompañan mis ya largos años. Ni muchos menos la premura de la juventud.

A veces las canciones me distraen pero tampoco me sorprenden. Solo me entusiasman la eternidad y las limosnas de infinito. Pero sigue inquieta la noche. Cada tanto, mis dedos mecanógrafos se animan pero a poco de andar se cansan. 

¿Será lo avanzado de la noche?. ¿Los sesenta y dos años?. ¿El denuedo político?. ¿Las incansables compañías? Ya desahuciado invoco a Dios. Pero vuelvo a descansarme. Entonces enciendo otro cigarrillo negro. Ni la autodestrucción ni la insistencia me conmueven. 

Persistente, pienso en la belleza que tanto me embriagara. Pero no. Ni mucho menos el transcurrir de la noche. Ni el tiempo político. Ni la piedad. Ni la poesía. Ni mi rostro en el soliloquio. Ni siquiera nuestra vieja amistad. 

¿Serán todas esas cosas y ninguna por separado? A veces, pienso que en el gesto de la piedad cristiana dándose como limosna sin esperar nada anidamos todos nosotros. Entonces enciendo otro cigarrillo negro y tomo un trago de vodka.

Pero no. ¿La felicidad será todo esto que llega hasta aquí en la noche?. ¡Qué ingenuos los placeres y los telegramas! La pasión que tanto me deslumbrara apenas es un mendrugo esta madrugada. 

¿Y Hegel? A quien mucho frecuenté estos últimos treinta años me acurruca alguna pasión. Es sólo el ejercicio de escribir sin esperanzas ni tristeza lo que me acobarda. Borges, que quería ser valiente, es solo una sonrisa a tientas. 

Nuestro país, que seguro añorás sin dados a tirar desde París y yo en Buenos Aires, nos representa algo. ¡Qué ingenua y pasajera es la pereza! ¿Y todos aquellos que imaginan encontrar abismos en las palabras? Pero no. El odio y el amor tan perennes entre los mortales me parecen páginas y acápites. Algún psicoanalista hablará de narcisismo y algunas otras insustancialidades.

Susana recibe al menos esta confesión nocturna, al decir borgeano,  "como un intercambio de símbolos" de alguien que creyó encontrar el absoluto tantas veces, y enseguida se desgranaba en vulgar relatividad.

Recibe también el mero transcurrir, la inobservancia, el destemple, los sueños de la historia. Pero no te engañes. Es sólo ejercicio noctámbulo. 

Entonces una canción me distrae un momento remoto y feliz. Acaso también el transcurrir sea solo distracción de los poetas y melancólicos. Tendría que repetir algún poeta de aquellos que tanto me conmovieron. Pero no. 

Es sólo confesión de madrugada. 

Te mando un saludo atento y armonioso. 

Buenos Aires, madrugada del veinticinco de Julio de 2020-

Chuni


(“) Nacido en La Paz, Entre Ríos, el 16 de Diciembre de 1957, abogado penalista (UBA), maestrando de filosofía del derecho (UBA), periodista egresado de la Escuela de Periodistas del Círculo de la Prensa, ex docente del Departamento de Derecho Penal y Procesal de la Facultad de Derecho de la UBA, ex docente de Introducción a la Sociedad y el Estado materia obligatoria del CBC. Miembro fundador del INECIP (Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales), miembro de la Comisión Directiva del CIPCE (Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica) y colaborador desde su fundación en 2003 del CEPPAS (Centro de Políticas Públicas para el Socialismo). Ex miembro de la Justicia Nacional en lo Criminal y Correccional de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ex Asesor Jurídico del CAEP (Centro de asuntos y estudios Penales del Banco Central República Argentina), ex Asesor Jurídico de la Superintendencia de Seguros de la Nación, ex Asesor Jurídico en la Unidad de Información Financiera, ex Asesor de la Biblioteca Doctor Raymundo Miguel Salvat, actualmente es Director de Litigios Penales de la Unidad de Información Financiera. En toda esa actuación laboral desempeñó y desempeña su profesión en el área criminal económica, criminal financiera. Ha publicado numerosos artículos de derecho Penal, Filosofía, Política, Literatura y Poesía, en libros y revistas, así como en los dos blog de los cuales es editor: vagosyvagasperonistas.blogspot.com y vagosyderecho.blogspot.com . Concurrió durante varios años al Taller de Escritura de Hugo Correa Luna, posteriormente del poeta Enrique Blanchard, y finalmente de los poetas Daniel García Helder y Arturo Carrera. -Libros: -"Todo y Nada”, Ediciones de la Cantiga, 1990, Bs. As. -"LLueve en las raíces. Trilogía poética de fin de siglo”, Ediciones del Jinete Insomne, Bs. As, 2018. Actualmente es Coordinador de la Agrupación Vagos y Vagas Peronistas.-

martes, 21 de julio de 2020

PARA VOS por Roberto Sutil



Cuando extraviado en el espesor de la niebla,

me sentí sin fuerzas, tu mano en el hombro,

me dio la presencia del viento para despejar el día.



Cuando creíste caer al vacío profundo,

sin esperanzas siquiera,

de encontrar sostén en la velocidad de la caída

mi brazo te sostuvo con firmeza.



Cuando mis limitaciones humanas

me cegaron de tal modo

que la oscuridad era impenetrable,

allí estabas alumbrando el camino.



Cuando te invadió el miedo

y de ausencias se colmo tu mundo

desparramando lágrimas inconsolables

mi pañuelo se acerco a tus ojos.



En mis silencios, en tus ruidos,

en mis excesos, en tus delirios,

en tus festejos, en mis alegrías,

Porque en tus momentos y los míos están los nuestros.



Porque nos desprendimos del sujeto,

para ser sensibilidad en esta vida.

Porque para el tiempo y quizás a su pesar,

existe la maravillosa reciprocidad de la amistad.



Roberto J. Sutil


Abogado, autor de varios poemas inéditos, que en su origen se remontan hasta su infancia donde su participación en el grupo de teatro G.I.D.I. de la ciudad de Lincoln, de donde es oriundo, lo condujo a transitar por la escritura para poner en palabras el anónimo aroma de los sin voces. Junto a su búsqueda teatral en aquel grupo  como sus cursos en teatro Rambla de La Plata, ciudad en la que reside, lo literario fue movilizando cada uno de los actos del devenir histórico.