jueves, 17 de septiembre de 2015

Semaforo en rojo para las elecciones Argentinas (apropósito del despropósito fallo de la Cámara Tucumana)

Como un gran semaforo en rojo, las noticias del día nos despiertan con que "la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Tucumán declaró nulas las elecciones del pasado 23 de agosto en esa provincia".
Tan grave decisión tomó cuerpo en ocho fojas –de un total de 20 carillas– y han dicho los magistrados que los comicios donde se eligieron trescientos setenta y cinco cargos carecen de validez.
Recordemos que el escrutinio definitivo concluido el lunes pasado (14.09.15) le había otorgado al candidato oficialista una amplia diferencia de casi doce puntos, unos 110 mil votos. DOCE PUNTOS (!).

Con la leche derramada y frente a tamaño despropósito jurisdiccional, se nos plantean muchas interrogantes, pero en primer término, la clara idea de corroborar que no es mucho lo que puede esperarse de la "justicia argentina", en tanto poder del Estado (el menos democrático), que con el falso ropaje de "cenicienta de los poderes", con claro sesgo clasista, en un accionar casi constante, impone el arbitrio de las clases dominantes y de los intereses extranjeros.
Ahora bien: ¿estamos en presencia de un claro golpe de Estado judicial? por cierto que si, y ello, en tanto y en cuanto se ignore la voluntad del pueblo. (Insisto: había "DOCE PUNTOS" de diferencia, no una solitaria mesa en Necochea).
Y como gran duda, me preguntó hoy: ¿Hasta donde llegará el afán de los republicanos que niegan el propio mandato del soberano?
Recordemos como nota de color, que ya la Revolución francesa se había enfrentado con el intringulis de "qué hacer con los jueces", herederos directos de la rancia aristocracía, sino la rancia aristocracia, del viejo orden que luego sería depuesto. Pero conocido es, este selecto grupo logró esquivar a los revolucionarios y como instrumento de los poderosos, hoy goza de buena salud, maxime entre nosotros.
El fallo que criticamos es a las claras una maniobra más que evidente para evitar lo inevitable, esto es: el clamor del pueblo expresado en las urnas.
Es evidente que en octubre se verificarán actos y maniobras como las de la justicia tucumana, pero por el momento solo nos resta esperar y estar atentos, muy atentos, no perder pisada a los acontecimientos que se avecinan, porque nuevamente estamos ante una disyuntiva histórica.


Roberto C. Suárez.
Abogado Especialista en Abogacía del Estado

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