sábado, 24 de julio de 2021

PASAJE OBELISCO SUR por Claudio Javier Castelli

 

OBERTURA: 


Demasiados muros para una conciencia


Pierre Menard, quiso escribir “El Quijote” tal como Miguel de Cervantes Saavedra lo hizo; pero Borges sabía que era imposible tendría que haber vivido en el Siglo XVI, haber combatido contra los Turcos, ser un católico de la época, y haber transitado todas las peripecias vitales del autor original, y aunque lograra escribir párrafos iguales nunca serían interpretados de la misma forma que al primero.

Repetir es imposible: “nadie se baña dos veces en el agua de un mismo río”, pero hay tramas históricas que vuelven una y otra vez a configurarse, y cierta permanencia de corte metafísico -en el sentido hegeliano- de complejidades dialécticas insistentes en la matriz de las realidades históricas y los proceso sociales.

La dictadura significó represión, torturas, desaparecidos, crímenes variopintos, exilios, dolores, luchas,  y Martínez de Hoz y los “Chicago Boys" Fue  “Monseñor” Magliocco sacándonos de una Comisaría, y las clases de Alejandro Chafuen en la Facultad de Derecho de la UBA, sobre la libre empresa, el libre mercado, los beneficios de Chile de Pinochet,  y el origen del capitalismo que encontraba en los escolásticos Hoy Chafuen, residente en los Estados Unidos,  es presidente de una poderosa red de derecha –ATLAS- con vínculos en las élites corporativas norteamericanas. Era un “Chicago Boys”. 

Las clases eran buenas, los debates encendidos e interminables.

El escriba –formado en el nacionalismo popular de José María Rosa, el nacionalismo de izquierda de Jorge Abelardo Ramos, y el provinciano de transitar el sentir popular- sabía entonces las consecuencias perversas que tendrían en nuestro país las políticas económicas neoliberales. La propia historia del país lo demostraba. ¿Qué más pruebas necesitaba?.

Acaso necesitaba ver el ascenso del capitalismo financiero, su origen, sus trapisondas, su voracidad, desde el Banco Central a fines del alfonsinismo y comienzos del menemismo. En eso anduvo.

Tales experiencias le cambiaron la visión provinciana del mundo burgués. Era mucho más serio y poderoso el adversario. ¿Qué podría hacer el Estado nacional y que podría hacer el escriba con su propia vida como testigo privilegiado?

Por empezar abandonar sus clases de Derecho Penal en la Facultad de Derecho de la UBA y buscar un esquema conceptual filosófico potente que fuera contundente como el adversario. Ni Marx daba las respuestas a ese nuevo mundo en gestación aunque tanto él, como Lenin, lo vislumbraron.

¿Se habían dado cuenta en el país el significado para el presente y el futuro de sus habitantes y de sus instituciones democráticas? Pareciera que  muchos sí, y es posible que les gustara la apuesta. Otros iniciaron o continuaron el camino de la resistencia pero dirigieron sus acciones en otros campos. Y otros, algunos, buscaron las formas de atenuar los perjuicios en ese “mundillo”. 

Apartado del Banco Central por Roque Fernández –en Diciembre de 1993- acompañó a Alberto Fernández –hoy presidente- en la Superintendencia de Seguros de la Nación, y se encontró con el mismo poder financiero haciendo estragos. 

Simultáneamente los yanquis comprendieron el problema del capital financiero como forastero en la tierra y crearon el delito de lavado de dinero y las UIFs. a través del GAFI (Grupo de acción financiera internacional) que reunía a las grandes potencias e integra hoy la Argentina.

Era ese el lugar donde finalmente trabajó durante quince años – la UIF, con interrupciones-. Ya en los noventa concibió que el peronismo en su doctrinario fundante, el cristianismo, la doctrina social de la Iglesia Católica, el pueblo unido, la cultura del país, las personalidades indóciles y rebeldes, el ejercicio de una ética de las convicciones y jugarse por ellas, y posteriormente comprendió que el feminismo, la radicalización de la democracia, el populismo peronista, las luchas de las minorías, la raíz del romanticismo alemán -cuyas consecuencias se extienden hasta los movimientos de “Mayo del 68” en París, tesis de Isaiah Berlin compartida-,  podrían contrarrestarlos aunque no neutralizarlo.

El capital financiero disuelve las fronteras de los Estados Nacionales, pulveriza la cultura de un país, degrada sus instituciones democráticas, somete a sus dirigentes, genera más pobres y excluidos en todos lados, concentra la economía, beneficia a una minoría y construye una subjetividad lábil, acomodaticia, desmemoriada, acompañante de los procesos, sin convicciones, sin resistencias ni valoraciones, cuya principal característica es el afán de “sentirse bien”, sin mayores lazos con lo social e histórico, sin compromiso con el devenir de los otros, sin complejidades conceptuales, y funcional para trabajos precarios, subempleos, inestabilidades, vida azarosa.

Es de “esto” de lo que hablamos desde los dos blogs y  la agrupación de Vagos y Vagas Peronistas con las tramas, pliegues, sutilezas, o firmezas con que el capital financiero se configura en el mundo.

Cristina Fernández de Kirchner entendió más que nadie de qué va la cosa en este bendito país  con el entramado financiero mundial.

Disolvamos los “fantasmas” anclados en un mundo que ya no existe, tendamos lazos entre quienes luchamos por la emancipación y la radicalización de la democracia desde el Frente de Todos y el lugar que cada uno ocupe,  y resistamos este adversario que no es ningún fantasma sino realidad efectiva del poder en el mundo y nuestro país.

El Estado nacional es la viga más poderosa que tenemos, el Mercosur, la necesaria UNASUR, los pueblos soberanos de Latinoamérica cualquiera sea el sistema político que hayan concebido son vías para poder pergeñar otro mundo posible, “abuenar” el capitalismo, o emular a los rebeldes primaverales de Praga, y pensar un “capitalismo con rostro humano”. ¿Se podrá? Debemos poderlo.

Al fin y al cabo en los setenta decíamos que la primera contradicción del mundo capitalista era Imperio-Nación. Hoy el Imperio, sometido también a sus servicios ofrece sus tentáculos financieros, mascarón de proa, como antiguamente la espada y la Biblia de los conquistadores. 

Ideas compartidas  fueron vertidas por Eugenio Raúl Zaffaroni y Ricardo Rouvier en sus últimas notas en la Revista Cultural Tecla Ñ.

La democracia no es un formulario que uno tenga que llenar con adhesiones para ser admitido en un club cuyo ideario fundacional son los “paraísos artificiales del consenso”, sino vida y acción pensante de sujetos individuales y colectivos integrados en comunidades que satisfagan las necesidades sociales, económicas, políticas y espirituales de cada uno de sus miembros respetando la diversidad, la pluralidad, el disenso o aún la indiferencia, sobre el destino compartido.

Observemos el presente de algunos países centroamericanos –tan cerca del Imperio-: minorías acomodadas (30% estimativamente) y el resto (70%) a la “buena de Dios” mientras circulan de un lado a otro los productos financieros y mercaderías de las corporaciones multinacionales disuelto todo límite nacional. Esos productos y esas mercaderías son  inaccesibles a esas mayorías. 

¿Queremos ese destino para nuestro país?

En los setenta, en la Residencia Universitaria “San José”, en la Abadía de San Benito, después de almorzar nos sumergíamos en el “Tute Cabrero” –en plena  dictadura- el escriba, empleado judicial, sabía del tenebroso presente en aquel entonces, ante esa ritualidad sentía una angustia infinita, posiblemente la misma que siente hoy cuando muchos compañeros políticos o no parecen estar apostando al mismo juego y las esquirlas financieras nos están tapando los pies y la tierra hace treinta y un años que tiembla debajo.

¿Habrá que haber tenido el privilegio de ser testigos?

¿Cuántas veces dijimos desde este blog: “Abramos los ojos”? ¿O resulta que es demasiado tarde?

Mientras haya peronismo en el poder del Estado hay esperanzas.

Claudio Javier Castelli

24 de Julio de 2021


El poema se escribió una noche larga de este Julio, el recuerdo de una ciudad  puede ser una forma de atenuar los sinsabores pandémicos y de resistir a los dueños del mundo. 

Basta de alharacas y vamos al poema: 




Pasaje obelisco sur


Tarde con peso de escoba lustrando zapatos,

hilera subterránea,

manicuras sin revistas de modas.


Cómo cansarse de lustrar zapatos,

aprendiz de estatua, bronce,

bronce, digo bronce acicalado.


Arola gamuzada en secador de pies,

-Oiga: casa sin sucursal,

 con vueltos fáciles.


Desnudez en papel de zapatos,

Calendario llagado de aserrín y espuma.


Días y días desparramando aceite

en escaleras y pasillos entre humanos entretejidos

sin mirar zapatos atentamente brillosos.


Olor a almanaque recién cocido,

batahola, desbande musical vespertino,

tarde arrojada como abrochadora de escritorio,

como colectivo rojo de tanto violar semáforos.


Manos y pies para lustrar palabras,

para quedarse así nomás 

como  betún atardecido,

como cepillo.

No importa la cera gamuzada en hileras,

no importa el batifondo huidizo de zapatos.


Huyentes zapatos porque tienen miedo

de alcanzar las escobas con tardes embrujadas

de tanto aspirar betún.


Rincones espumosos de pasos y Arola,

se enjuagan las manos con jabón del andén,

y las escaleras repletas de hollín y raso

descienden al festín 

mientras el enano 

se rasca la cien.


Allí el peluquero

muestra los tamangos

y corta la tarde

pasada las seis.


Tarde peatonal,

los espejos y los relojes

te llaman: Diosa.


Claudio Javier Castelli

Julio de 2021




 

 



domingo, 11 de julio de 2021

¿QUÉ DEBE HACER UNO CUANDO EL PODER BURGUÉS MUESTRA SUS GARRAS? por Claudio Javier Castelli




Escribir un poema,

decir por ejemplo:

“Nosotros los de entonces

ya no somos los mismos”.

 

Callarse,

fumar y pensar,

antes éramos

más tolerantes,

pero los muchos años

nos hacen proclives

a soñar,

a desvencijar,

uno debería callarse

en pos de principios superiores,

ya no.

 

En esta

ciudad habita

 un duende

de porcelana

en los patios.

 

Vislumbres en los espacios,

madeja mendigante

de quejas y salarios.

 

No habrás creído vos

que estabas equivocado.

 

Dios no lo permita.

Habría que poner muros

en los barrios,

bosques en las plazas,

vizcachas e iguanas.

 

¡Qué demiurgo atardecido

te insufló de volutas

y madrugada!

 

Dios no lo permita,

no vayas a creer

en los novios

que duermen

a destajo,

y rodean

las casas.

 

Ni Dios viene

esta noche.

 

Ya no podemos hacerlo,

rodamos tanto…

y vimos tanto;

uno debería contentarse

con escarceos,

con lo que podemos hacer,

qué lo hagan otros,

yo no.

 

Julio de 2021