jueves, 29 de junio de 2017

NUEVOS ENSAYOS NEOLIBERALES, ¿logran un quiebre de integración regional económica y política?, Por Nicolás Sojit





Nicolás Sojit|

Una vez mas, otro avance neoliberal hace el intento precipitado de ostentar el poder en países de la región. La estrategia política resulta evidente, conquistarlo ya sea por elecciones ajustadas o por la destitución mediante un golpe parlamentario, apoyada por una asociación encubierta entre el poder del establishment, el poder judicial y los medios de comunicación, resultan cruciales al momento de garantizar el éxito de su proyecto. El objetivo: La vuelta a los Tratados Bilaterales de Inversión.

Desde la propuesta de los padres de la Patria Grande, en el Congreso de Panamá 1826, muchos han sido los intentos de integración regional. Entrados los mediados del siglo XX, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL (1) (1948), la Comunidad Andina CAN (2) (1969), la Asociación Latinoamericana de Integración ALADI (3) (1980), el Mercado Común del Sur Mercosur (4) (1991), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC (5) (2010), y la Unión de Naciones Suramericanas UNASUR (6) (2011).


Inmiscuidos en el plano internacional, el neoliberalismo buscó siempre aplacar esos movimientos. La política exterior de Estados Unidos en sus distintas versiones con antecedentes como “América para los americanos” de la Doctrina Monroe (1823) y su corolario a principios del siglo XX con la política del Garrote (Big Stick) de T. Roosevelt, “América para los estadounidenses”, políticas de intervenciones militares en Latinoamérica (canal de Panamá), durante el período de guerra fría, acuerdos de Bretton Woods (1944), doctrina de seguridad nacional (Escuela de las Américas 1946 en Panamá), el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca de TIAR (1947), la Organización de Estados Americanos OEA (1948), Alianza para el Progreso (1961) y luego de la caída del muro de Berlín con el Nuevo Orden (1989) el Consenso de Washington, el Plan Brady; siempre han contrarrestado o desarticulado sistemáticamente todo intento de puesta en común latinoamericanista.

Luego del fallido intento de extender el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) la política exterior norteamericana impulsa, desde las oficinas de la Secretaría de Estado, una nueva embestida hacia los países de la región. Si bien desde el año 2005 la administración George Bush (h) impulsó el Trans Pacific Partnership Agreement (TPPA), Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, complementario a la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP por sus siglas en inglés) con la Unión Europea; la actual gestión de Donald Trump anunció su retiro definitivo y orientó su política a las tradicionales relaciones bilaterales con los Tratados de Libre Comercio.

Pero esto responde sólo a un cambio en las formas, las cuestiones de fondo se mantienen. La relación asimétrica es una constante. El interés está puesto en sacar ventajas desde todas las dimensiones de los acuerdos. El principal fin es bajar las barreras comerciales, flexibilizar leyes laborales y medioambientales, establecer un marco común de propiedad intelectual, establecer prorroga de jurisdicción y mecanismos de arbitraje equiparando estándares de un Estado Nación con una empresa transnacional, definir asuntos de geopolítica, entre otras.

Estos acuerdos son estudiados sigilosamente para intervenir y desregular políticas relacionadas con la producción agrícola, los bienes industriales, los impuestos aduaneros (aranceles y retenciones), las medidas fitosanitarias, el origen de los productos, las patentes (medicamentos, tecnología), los servicios públicos, los servicios financieros, las telecomunicaciones, las empresas públicas, las licitaciones internacionales, la defensa, la seguridad hemisférica, la lucha contra el terrorismo y otros.

La Embestida Reloaded. Cronología siglo XXI


Algunos hablan de una nueva edición del Plan Cóndor con cambio de estrategia del hard power (poder duro) al smart power (7) (poder inteligente).



Inicia con el intento de destituir a Hugo Chávez Frías en abril de 2002. Continúa en febrero de 2004, cuando logran cometer golpe de estado al presidente Jean-Bertrand Aristide en Haití. Sigue en septiembre de 2008 con el intento fallido de golpe en Bolivia contra el presidente Evo Morales. Luego en junio de 2009 consiguen destituir al presidente de Honduras Manuel Zelaya. En septiembre de 2010 intentan destituir a Rafael Correa en Ecuador. Después, en junio de 2012 el golpe parlamentario al presidente de Paraguay Fernando Lugo. Sumado el arribo de neoliberales al gobierno de Argentina en octubre de 2015 con Mauricio Macri y en Perú junio de 2016 con Pedro Pablo Kuczynski. Destituyen recientemente, en agosto de 2016, a Dilma Rousseff mediante golpe parlamentario. Hacen todo lo posible para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

Todas estas intervenciones en contra de procesos de transformación profunda que tratan de recuperar la soberanía, la dignidad y los recursos naturales. Basándose sobre los principios en el nombre de la libertad, los operativos orquestados intervienen los servicios de inteligencia, generan enfrentamientos, malestar social, manipulan los sistemas de comunicación. En el caso del presidente Aristide, redactaron su renuncia entre el embajador norteamericano, su par francés y apoyados por las fuerzas armadas lo destituyeron. En el caso de Manuel Zelaya también figuró una carta de renuncia que nunca había redactado y las fuerzas armadas con asistencia de los EEUU lo secuestraron y lo trasladaron a Costa Rica.

En la última década el factor común se repite, utilizar la carta de la transparencia, activar todos los mecanismos económicos, judiciales y mediáticos para iniciar una carrera en contra de la corrupción y atribuir todos los males de la sociedad al pasado próximo. Pero tanta búsqueda de verdad finalmente los termina quemando como a las alas de Icaro. En cada investigación que da curso la justicia, terminan involucrados los mismos denunciantes. Sólo para mencionar como emblemáticos los Panamá Pepers y el caso Odebrecht. Ambos involucran a varios empresarios y funcionarios de la región.

Acontecimientos que se tiñen de anecdóticos frente a la real avanzada neoliberal, en términos de política exterior de la región, que responde a los intereses económicos y financieros de las empresas trasnacionales.

Argentina y los deberes a cumplir

Mauricio Macri participó a mediados del año pasado, como país “observador”, en la Cumbre de Jefes de Estados de la Alianza del Pacífico (AP) en Santiago de Chile. La AP fue creada el 28 de abril de 2011 en el marco de la “Cumbre de Lima para la Integración Profunda”, a partir de la suscripción de la “Declaración Presidencial sobre la Alianza Pacífica” por parte de los presidentes de Colombia, Chile, México y Perú. Estos cuatro países tienen cada uno firmado TLC con la Unión Europea y los EEUU.



Uno de los temas de agenda de política exterior de Argentina y Brasil seguidos por Uruguay y Paraguay responde bajarle el precio al Mercosur y desplazar a Venezuela del bloque. Alcanzado ese objetivo el interés está orientado en la firma de TLC con la Unión Europea y abrir en segunda instancia la ventana de otros acuerdos económico financieros.

El Mercosur está conformado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela. Los países del bloque no se pueden sumar de manera individual como Estados Parte a la AP, ya que tanto el Tratado de Asunción de 1991 (constitutivo del Mercosur) como la Resolución CMC 32/00 indican que los países miembros deben tener una política comercial y un arancel externo común (AEC). De acuerdo con esto, deben negociar en bloque la realización de acuerdos comerciales y tratados de libre comercio con países de extrazona, como sería el caso de los países de la AP. Argentina no podría avanzar con la estrategia de solicitar ser Estado permanente de la Alianza del Pacífico, sin que antes el Mercosur modifique su propia normativa.


De acuerdo con el “Acuerdo Marco de la Alianza del Pacífico”, tratado constitutivo del organismo suscripto el 6 de junio de 2012, la AP se trata de un “área de integración regional” con los siguientes objetivos: i) construir un área de integración profunda para avanzar progresivamente hacia la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas; ii) impulsar un mayor crecimiento, desarrollo económico y competitividad de sus integrantes, iii) convertirse en una plataforma de articulación política, integración económica y comercial y proyección al mundo, con énfasis en la región Asia-Pacífico.



La importancia económica de los países de la AP en relación a la región de América Latina y el Caribe no es menor: en el año 2014 representó aproximadamente el 38% del PBI, el 50% del comercio exterior y el 44% del total de flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) totales de América Latina y el Caribe. De acuerdo a los datos estimados a 2015, los países de la AP en conjunto cuentan con una población total de 216 millones de habitantes, un PBI per cápita promedio del orden de los 9.910 dólares, exportaciones por 567 mil millones e importaciones por 590 mil millones de dólares, e ingresos de inversión extranjera directa por unos 70 mil millones de dólares.

El principal avance de los países de la AP en su camino de “integración profunda” se trata de la firma de un Protocolo Adicional con creación de una zona de libre comercio (ZLC). Se acordó entonces la eliminación de aranceles al 92% del comercio de bienes entre los cuatro socios, al tiempo que se llegó al entendimiento de que el restante 8% debería desaparecer entre el corto y el mediano plazo.

Otros avances logrados en los últimos años tienen que ver con i) la creación del Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), una plataforma común de integración bursátil; ii) el lanzamiento de la Plataforma de Movilidad Académica y Estudiantil, que otorga un número acotado de becas a los estudiantes de los países miembros; iii) la eliminación de las visas de negocios y turismo; y iv) el desarrollo de ciertos instrumentos para facilitar el comercio (vgr. ventanilla única de comercio exterior y digitalización de los certificados de origen) También la imposición de reglas comunes para la inversión extranjera; la reglamentación común del comercio electrónico y de los sectores financieros, marítimos y de telecomunicaciones; y el establecimiento de un régimen específico para la solución de diferencias y controversias.

Una vez aceptado como Estado Observador, una de las condiciones para solicitar ser miembro es tener TLC y/o otros acuerdos complementarios económicos con por lo menos la mitad de los miembros de los países de la AP. Argentina ya los tiene.

Antes deberá generar la ruptura con el Mercosur o iniciar la movida para modificar su normativa. En esta coyuntura política regional Brasil apoyaría la movida. Primero se debería “flexibilizar” o “degradar” al Mercosur, dejando de lado su estatus actual de “Unión Aduanera” -es decir, de bloque económico con una política comercial común- para pasar a conformar un mero TLC -que no requiere de una política comercial común, sino solamente la liberalización comercial intrazona. Una vez hecho esto, los países del Mercosur podrían sumarse individualmente a la AP, ya que, de acuerdo al tratado constitutivo de esta última, los países pueden pasar a ser tanto Estados Parte como Estados Observadores de manera individual, pero no así en tanto bloque de países.


Asociarse en bloque o de manera individual con la AP no sería el problema. Esta decisión quizás también responda a una estrategia de más largo plazo
de formar parte de otros mega-acuerdos regionales, tales como el Trans-Pacific Partnership (TPP), aunque ya sin EEUU, dentro del cual ya se encuentran insertos tres de los cuatro Estados Parte de la AP (Chile, Perú y México). De hecho, ya se produjeron declaraciones en este sentido por parte de funcionarios de alto rango de los gobiernos neoliberales de la región.



Lo verdaderamente peligroso es terminar asociados el Trans-Pacific Partnership (TPP). Este es un tratado de libre comercio multilateral que fue negociado en secreto por cinco años, y que fue finalmente firmado por los gobiernos de los países negociadores en febrero de 2015. Ahora se está a la espera que los Congresos de cada país aprueben el acuerdo.

Hasta la administración Obama, fue fuertemente promovido por Estados Unidos, actualmente las decisiones del presidente Trump dejan a EEUU fuera de esta plataforma, sin embargo, la propuesta sigue siendo impulsada por sus otros miembros. El tratado involucra también a otros 11 países: Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile. China estudia la posibilidad de sumarse.

En sus 30 capítulos, el acuerdo regula un gran número de temáticas, que van desde el comercio de lácteos, hasta la regulación laboral, pasando por derechos de autor, patentes, inversiones estatales y medio ambiente.

Las negociaciones del TPP comenzaron en marzo del 2010 y a pesar de iniciativas en todo el mundo como “TPP Abierto”, fueron sostenidas de espalda a la comunidad de los países afectados. Así, los textos del acuerdo fueron acordados solo por gobiernos y lobistas, sin ningún estándar mínimo de transparencia y participación. La única fuente de información para ciudadanas y ciudadanos fueron las filtraciones de los capítulos de Propiedad Intelectual, Inversiones y Medio Ambiente, en distintas ocasiones.


La AP, de esta manera, es funcional a los intereses de los países centrales, proteccionistas fronteras adentro y liberales en su relacionamiento externo. Esta es una manera de concretar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) por otra vía.



Por otro lado, con respecto a los beneficios de los TLC, conviene tener en mente las experiencias de México y Colombia que han subordinado sus economías a las necesidades y objetivos de las grandes corporaciones y a la política estadounidense, generando serios problemas en el sector agrícola en ambos países, con los graves efectos que ello implica para la totalidad de sus economías. Esta es una de las consecuencias de la integración asimétrica, en tanto las economías con menor desarrollo industrial y tecnológico pierden poder de negociación frente a las economías más desarrolladas en estos ámbitos, en este caso, la estadounidense.

Este tipo de acuerdos son los que el gobierno de Macri, el establishment paulista y toda iniciativa neoliberal aspira a integrar, para garantizar la “normal” subordinación económica:
Apertura de Mercados
Liberar comercio exterior bajar aranceles a las Importaciones y suprimir retenciones a las exportaciones. Destrucción de industrias locales.
Transferencia de materia prima a los países centrales a precios bajos.
Endeudamiento regional
Ingreso y Fuga de Capitales sin control
Liberar la tasa de interés, operaciones financieras como carry trade
Eliminación de controles cambiarios
Desregulación de subsidios en servicios públicos. Aumento de tarifas
Negociación salarial sin la intervención del Estado. Precarización laboral
Libre transferencia de tecnología. Patentamiento de innovación y tecnología para las multinacionales.

El gobierno de Mauricio Macri está en la desesperada búsqueda de inversiones extranjeras, que no sólo especulen en la bicicleta financiera, sino que incida en el aparato productivo, hoy en vías de extinción. Una ventana que se abre para recibir Inversiones Extranjeras Directas, es pasar a ser miembro de estos acuerdos de libre comercio. Para esto las condiciones son claras y las consecuencias… también.





Notas:


[1] Pertenece a la Organización del Sistema de Naciones Unidas. Miembros: Países americanos y ocho asociados (Anguila, Antillas Holandesas, Aruba, Islas Turcos y Caicos, Islas Vírgenes (GB) Islas Vírgenes (USA) Montserrat y Puerto Rico)
[2] Bolivia, Colombia Ecuador y Perú.
[3] Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
[4] Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.
[5] Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Dominica, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Paraguay, Panamá, Perú, Santa Lucía, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay Venezuela.
[6] Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela.
[7] Pablo Ruiz http://www.telesurtv.net/opinion/Cronologia-Golpe-de-Estado-en-America-Latina-20160905-0020.html



*Licenciado en relaciones Internacionales. Miembro fundador de CINFIN
Fuente: http://cinf.in/2017/05/29/nuevos-ensayos-neoliberales-logran-un-quiebre-de-integracion-regional-economica-y-politica/

lunes, 26 de junio de 2017

FRANCOIS HOUTART Y MIGUEL D´ESCOTO, SIERVOS DE LOS OPRIMIDOS, Por Frei Betto


Francois Houtart
François Houtart trasvivenció el pasado 6 de junio en Ecuador. Tenía 92 años y el entusiasmo revolucionario de un joven de 20. Nuestro último encuentro se produjo en marzo de este año 2017, cuando pronuncié una serie de charlas en Quito a invitación del presidente Rafael Correa. François me acompañó todo el tiempo. Fuimos juntos a Pucahuaico, donde está enterrado el cuerpo de monseñor Leónidas Proaño, obispo indígena identificado con la Teología de la Liberación. La capilla, a los pies del volcán Imbabura, estaba repleta de indios y gente del pueblo. Houtart presidió la celebración eucarística.

Al día siguiente, Rafael Correa nos ofreció un almuerzo. Había sido alumno de François en Lovaina, Bélgica, donde durante años Houtart formó en Sociología y Ciencias de la Religión a alumnos provenientes de la periferia del mundo, entre los que se encontraban el colombiano Camilo Torres y el brasileño Pedro Ribeira de Oliveira, quien nos cuenta:



En 1975 regresé a Bélgica para iniciar el doctorado. En la primera reunión de trabajo con Houtart, mi tutor, me desmontó todo lo que había preparado para la tesis sobre el catolicismo popular. Me dijo que era insuficiente, porque no incluía una explicación sociológica. Para aumentar mi sobresalto, añadió: “Como no debes ignorar, solo la teoría marxista es realmente explicativa. Las otras son apenas descriptivas”. Salí de allí aturdido, sin entender cómo un padre, que había sido perito en el Concilio y hasta había colaborado en la redacción de la Gaudium et Spes se había convertido en un marxista sin abandonar la Iglesia. Poco a poco fui entendiendo: era un activo opositor a la guerra de los Estados Unidos contra Vietnam, y fue así que descubrió, en la teoría de la lucha de clases, un instrumento teórico capaz de elucidar lo que estaba en juego en aquella guerra, en los movimientos anticolonialista de África y Asia, y en las dictaduras latinoamericanas. Lo mejor es que me convenció de una vez por todas. La última vez que participamos juntos en un congreso de Sociología de la Religión, éramos los únicos sociólogos que empleábamos el instrumental marxista para explicar hechos religiosos. Bromeé con él: le pedí que demorara bastante en morirse, para no quedarme solo usando a Marx a fin de entender la religión…



François era alto, tenía los ojos muy claros y sonreía con facilidad, incluso al expresar, en el Foro Social Mundial de Porto Alegre de 2005, críticas pertinentes al gobierno brasileño en presencia del presidente Lula. De hablar pausado, su razonamiento científico era didáctico, porque abandonó Europa para vivir en la América Latina y dedicarse a los movimientos sociales de países de nuestro continente, África y Asia. En 2016 asesoró el congreso nacional del MST celebrado en Brasilia.

Convivimos en varias ocasiones cuando participamos en eventos en Brasil, Cuba, Nicaragua y Bolivia. Yo siempre me preguntaba de dónde sacaba tantas fuerzas un hombre de más de 80 años para viajar por todo el mundo, muchas veces cargado con una pesada maleta llena de libros de su autoría, sin quejarse jamás por tener que alojarse en una tienda indígena en lo alto de los Andes, un asentamiento del MST en Brasil o una cabaña de cultivadores de arroz en Vietnam.

Durante sus años de estudio en Roma, François tuvo como colega a un joven llamado Karol Wojtyla. Me contó que el seminarista polaco estaba obsesionado por el aprendizaje de los idiomas. Aprovechaba las vacaciones para trasladarse a las regiones de Europa en las que le podían enseñar una nueva lengua. En cierta ocasión, acompañó a Houtart a Bélgica, interesado en mejorar su francés y conocer el flamenco.

Una noche, Wojtyla regresó a la casa bajo un fuerte aguacero. El agua había deshecho sus zapatos polacos. François encontró a un seminarista belga que, como calzaba el mismo número que el polaco, le pudo ceder un nuevo par. Décadas después, ya sacerdote, el donante de los zapatos quiso que lo recibiera el papa Juan Pablo II. La burocracia alegó que la agenda del pontífice estaba llena. Pero cuando le envió una nota recordándole los zapatos, se abrieron las puertas del Vaticano.

En 2016, Houtart me invitó a Ecuador para un seminario sobre la encíclica socioambiental Louvado Sejas, del papa Francisco. El trabajo conjunto durante aquellos días dio por resultado una publicación, firmada por ambos: Laudato si – Cambio climático y sistema económico (Quito, Centro de Publicaciones, Pontificia Universidad Católica del Ecuador, 2016).

En el viaje que realizamos el pasado marzo a la región andina del Ecuador, François me contó su participación, a los 15 años, en la resistencia contra la ocupación nazi de Bélgica. Él y un amigo decidieron fabricar una bomba casera para descarrilar un tren de soldados de Hitler. No tuvieron éxito, y el atentado le valió un tirón de orejas de su madre. Me dijo, además, que tenía más de diez hermanos, todos vivos, que se habían reunido hacía una década para celebrar los 1 000 años de la suma de sus edades.

Durante la visita de Juan Pablo II a Cuba, en enero de 1998, Fidel invitó a Houtart a asesorarlo, en compañía de Pedro Ribeiro de Oliveira, el teólogo italiano Giulio Girardi y yo. Fueron días de intenso trabajo en común.



Formación obrera

En 2016, François me envió un interesante relato en español sobre su formación, que transcribo aquí:



Durante mis años de seminario en Malinas (Bélgica), participaba en numerosas reuniones de la JOC (Juventud Obrera Católica) en Valonia y en Bruselas, durante las vacaciones. Ahí fue donde descubrí la situación de la clase obrera de esa época (1944-1949). Justo después de la posguerra, el esfuerzo de reconstrucción de Europa estuvo acompañado por una sobrexplotación del trabajo, y las condiciones sociales de los jóvenes eran particularmente escandalosas.

Los congresos de la JOC regionales y nacionales permitían informarse sobre el marco más general de la situación económica y social. Además, pude visitar diferentes fábricas y minas de carbón. La JOC belga me puso en contacto con el movimiento en Francia, en los Países Bajos, en Inglaterra, en Alemania, en España, y poco a poco la dimensión internacional se convirtió también en una parte importante de mi introducción en el mundo del trabajo.

En numerosas ocasiones, me entrevisté con Monseñor Cardijn (fundador de la JOC) y estuve muy impresionado por su combatividad, su insistencia sobre la incompatibilidad entre la injusticia social y la fe cristiana, y sobre su conocimiento de la vida de los jóvenes trabajadores. Descubrí también el método pedagógico, el no partir de arriba imponiendo un saber, sino de abajo, descubriendo la realidad: ver, juzgar, actuar.

Esta experiencia me incitó a pedir, después de mi ordenación sacerdotal, iniciar estudios de Ciencias Sociales y Políticas en la Universidad Católica de Lovaina. Me pasé 3 años ahí, quedándome en permanente contacto con la JOC, siguiendo ciertas secciones, viajando por Europa para encuentros con el movimiento. Mi tesis de licenciatura estuvo dedicada al estudio de las estructuras pastorales de Bruselas, habiendo descubierto, por una parte, su ausencia en los medios obreros, y por otra la identificación de la cultura religiosa cristiana con la cultura burguesa, creando un divorcio con la clase obrera y, particularmente, los jóvenes.

Durante el último año de mis estudios en Lovaina, fui el capellán del Hogar de los Jóvenes Trabajadores en Bruselas, un servicio de la JOC para los jóvenes que habían estado confrontados a la Justicia de la Juventud.

En el plano europeo, es en Francia donde tuve más contactos, particularmente en la región parisina: St Denis y otros suburbios. Me hice amigo de algunos sacerdotes obreros, e incluso me quedaba a vivir en sus casas.

Después de conseguir una beca por estudios para la Universidad de Chicago (1952-1953), con el fin de continuar la Sociología Urbana y la Sociología de la Religión, residí en una parroquia donde trabajaba al capellán de la JOC de la ciudad. Fue también la ocasión de bastantes encuentros con la JOC de los Estados Unidos. Durante las vacaciones de Pascua de 1953, fui a La Habana para asistir a un Congreso de la JOC de América Central y del Caribe, donde estuvo presente Cardijn. Pude tener reuniones con secciones locales y entrevistarme con el capellán nacional de Cuba. Esto me metió en la problemática latinoamericana, que deseaba conocer desde hacía tiempo. Después del congreso acompañé al capellán de la JOC de Haití a Puerto Príncipe, y me pasé una semana en el país en visitas y reuniones con el movimiento haitiano.

Luego di clases durante un semestre en la Universidad de Montreal, y también participé en actividades del movimiento. De ahí me trasladé de nuevo a América Latina y durante 6 meses recorrí casi todos los países, desde México hasta Argentina, siempre con la JOC, gracias a los contactos conseguidos durante los congresos internacionales. Fue una gran escuela el descubrir el continente desde abajo. Una vez más, descubrí los abismos entre los ricos y los pobres y la explotación increíble de los jóvenes urbanos y rurales. Fui golpeado por el papel de los sacerdotes apegados al movimiento en la renovación de una Iglesia tan alejada del pueblo y tan próxima a las élites y oligarquías sociales. Eran activos en todos los campos: social, litúrgico, pastoral, bíblico. Una gran parte de estos sacerdotes pertenecían a las órdenes religiosas y bastante de ellos habían estudiado en Europa.

Este contacto con América Latina fue el que me hizo iniciar, en 1958, un estudio socio-religioso sobre el conjunto del continente, con equipos en cada país, varias veces con miembros de la JOC. Se terminó en 1962 y fue publicado en unos cuarenta volúmenes, lo que llevó al Consejo Episcopal Latinoamericano a pedirme una síntesis en tres lenguas para distribuir en la entrada del Concilio Vaticano II al conjunto de los obispos, y acompañarle como peritus durante los 4 años del trabajo conciliar.

El cardenal Cardijn me había pedido, entre tanto, si aceptaría ser el capellán internacional del movimiento, lo que evidentemente me interesaba mucho, pero mi obispo, el cardenal Van Roey, no aprobó esta idea.

Después, habiendo trabajado en Asia, durante las vacaciones de la Universidad de Lovaina, donde impartía Sociología de la Religión, me puse en contacto también con la JOC en Sri Lanka, en la India, en Vietnam, en Corea del Sur, en Filipinas. Con mi colega, Geneviève Lemercinier, nos hicimos cargo de un seminario de formación para el análisis social para los militantes de la JOC de Hong Kong. En África del Sur, en pleno apartheid, participé durante 3 días en una reunión nacional con jóvenes trabajadores blancos, negros y mestizos, lo cual en principio estaba prohibido, en un convento de los Padres Oblatos, en Bloemfontein.

En cualquier parte de América Latina, Asia y África, me he reunido en los años siguientes con antiguos miembros de la JOC, tanto en los sindicatos como en las ONG de desarrollo, o en el seno de partidos políticos progresistas y también revolucionarios, como en Nicaragua o en Bolivia.

Las enseñanzas que he sacado de la JOC han sido numerosas y fundamentales. En primer lugar, fue el conocimiento del mundo obrero, de sus luchas, de sus organizaciones. Después, fue el método: ver, juzgar, actuar, que da un marco de reflexión muy eficaz para el análisis de las realidades y para la puesta en marcha de una acción que les sea adaptada. Si estudié Sociología y si continué constantemente el trabajo de investigación, era para afinar el "ver" en sociedades muy diferentes y complejas. Esto también me permitió descubrir que se podía leer la sociedad desde arriba, pero también desde abajo, y que la opción del Evangelio era leer el mundo con los ojos de los pobres y de los oprimidos. No existe una ciencia neutra, sobre todo en el marco de las ciencias humanas.

La pedagogía de la JOC y su adaptación a un medio específico de jóvenes trabajadores, a menudo a duras penas alfabetizados, me ha enseñado a utilizar un lenguaje sencillo, a estructurar correctamente el raciocinio para que sea comprendido, en una palabra a bajarse del pedestal académico y también de aprender de los que tienen un saber práctico a menudo despreciado por el saber llamado “sabio”.

Por fin, es también la JOC lo que me ha llevado a profundizar la dimensión social del Evangelio, y a comprender que lo que pide el Señor es el amor eficaz. No se trata únicamente de una actitud personal, sino que este amor implica la construcción de una sociedad justa y seguir el ejemplo de Jesús en su sociedad, donde anunció los valores del Reino de Dios, el amor al prójimo, la justicia, la igualdad, la misericordia, la paz, y combatió todos los poderes opresores, económicos, sociales, políticos e incluso religiosos. No en vano murió (ejecutado) sobre la cruz (Quito, 1ro de marzo de 2016).



La transvivenciación

Nidia Arrobo Rodas, quien trabajaba con François en la Fundación Pueblo Indígena del Ecuador, relata sus últimos momentos:



Nuestro querido François se fue como vivió, con una serenidad total, entero, lúcido, diáfano, de pie… En la víspera, luego de un Acto de Denuncia en el IAEN (Instituto de Altos Estudios Nacionales) sobre el genocidio tamil, cenamos como de costumbre la “sopita” que tanto le gustaba y para él era imprescindible al caer la tarde tomarla en comunión en nuestra minirresidencia y, como de costumbre, se fue a dormir... Claro que en su habitación siguió trabajando... No sabemos hasta qué hora... Porque hasta las once de la noche aún recibimos sus emails.

Al amanecer, intuimos que se había levantado para ir a la ducha y las fuerzas le faltaron... Se había puesto la salida de cama, se había sentado en su sillón relax muy próximo a su cama, y con su mano en el corazón se quedó durmiendo el sueño más profundo de su vida, muy plácidamente, sin hacer ningún ruido, muy calladito. Un infarto masivo... A las siete y media de la mañana... se despertó en Dios.

Precisamente en el mes de abril fuimos al cardiólogo, a instancias mías, porque sentía que se agitaba mucho y como que le faltaba el oxígeno... El cardiólogo le pidió hacerse una cirugía de la arteria del corazón, pues se había estrechado, y el marcapasos ya no respondía como hace cuatro años que se lo puso. Le dije: François, la cirugía es inminente... El optó por hacérsela en Bélgica por sugerencia del mismo cardiólogo... Pero por más que le insistía, no tomó la decisión de viajar enseguida: “Tengo muchos compromisos, tengo que terminar la cátedra Houtart en el mes de junio y me voy”, me dijo. De nuevo le dije que era mucho tiempo de espera... Pero él era dueño absoluto de su voluntad y de sus decisiones... Optó por terminar aquí todo lo previsto y viajar en junio a Bélgica para su cirugía, que deportivamente decía, es algo muy pequeño.

Con esto, tenía pasajes comprados y maletas listas para viajar ayer (9 de junio), pero primero a Bogotá, luego una semana en Cuba, luego una semana en Brasil y llegar a finales de junio a su Bélgica...

Yo sabía que él libremente optó por vivir con nosotros, se sentía feliz, vivió feliz... y pienso que en el fondo de su corazón quiso terminar aquí mismo sus días.

La última celebración tuvo lugar --a pedido mío-- en el IAEN, el propio miércoles, exactamente a las cinco de la tarde, día y hora en la que tenía terminar el programa de su cátedra este año.

Estamos desolados... Fuimos felices con su presencia jovial, llena de amistad, finura de espíritu, delicadezas y de detalles increíbles; pero al mismo tiempo sé que él fue feliz en medio de nosotros... Siempre nos lo decía y esto me llena de gozo y gratitud.

Sin embargo, a él lo sentimos entre nosotros, él está vivo y sigue y seguirá vivo y resucitado en las luchas de liberación de todos los empobrecidos de todo el mundo, y en los dolores de parto con los que gimen los PUEBLOS INDÍGENAS y nuestra Pachamama.

Como consta en su testamento, lo cremamos... y lo más pronto sus cenizas reposarán junto a las de su madre en su Bélgica natal.

Miguel D’Escoto
Miguel D´Escoto

Dos días después de que Houtart nos dejara, perdí a otro amigo, también sacerdote y revolucionario como él, el padre Miguel D’Escoto, fallecido a los 84 años. Ministro de Relaciones Exteriores de la Nicaragua sandinista entre 1979 y 1990, presidió la Asamblea General de la ONU en 2008 y 2009.

Hijo de diplomático, D’Escoto nació en Los Ángeles en 1933. Se hizo sacerdote por la congregación Maryknoll y fue uno de los fundadores de la editorial neoyorquina Orbis Books, que en 1977 publicó en los Estados Unidos mi libro Cartas da prisão con el título Against Principalities and Powers.

Fue D’Escoto quien nos recibió a Lula y a mí en Managua en ocasión del primer aniversario de la Revolución Sandinista, en julio de 1979. Nos llevó la noche del 19 de julio a casa de Sergio Ramírez --entonces vicepresidente del país-- donde conocimos a Fidel Castro, con quien sostuvimos una larga conversación.

En enero de 1980 vino a São Paulo en compañía de Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, a participar en el primer congreso mundial de Teología de la Liberación. Fue uno de los oradores de la Noche Sandinista en el Teatro de la Universidad Católica de São Paulo (TUCA).

El domingo 29 de noviembre de 1981, en Managua, me volví a encontrar con él en su casa, que había pertenecido al presidente del Banco Central de Nicaragua en la época de la dictadura de Somoza. Se encontraban allí Daniel Ortega; el secretario general del Frente Sandinista de Liberación Nacional, René Núñez: los padres Gustavo Gutiérrez, Pablo Richard, Fernando Cardenal, Uriel Molina y Edgard Parrales, ministro de Bienestar Social.

D’Escoto acababa de regresar de México y describió en detalle las recientes conversaciones sobre América Central entre el presidente López Portillo y el general Alexander Haig, secretario de Estado de los Estados Unidos. Los asistentes mostraban una indisimulable satisfacción por la eficiencia del espionaje sandinista al interior del gobierno mexicano.

Hablamos de la coyuntura de la Iglesia, de la campaña internacional contra la Revolución y de la Juventud Sandinista, ahora al cuidado de Fernando Cardenal. Me preocupaba el carácter mecanicista del marxismo divulgado entre los jóvenes sandinistas, mera apologética de antiguos manuales rusos. Insistí en la importancia de que los sacerdotes en el poder –D’Escoto, Parrales y los hermanos Cardenal—explicitaran públicamente su vida de fe. Temía que proyectaran una imagen más política que cristiana.

El sábado 16 de noviembre de 1984, en Managua, regresé a casa de D’Escoto. Le pregunté por qué no había ido a la reunión de la OEA en Brasilia. “Para no darle valor a la OEA, que sigue siendo un instrumento en manos de los Estados Unidos contra la soberanía de los pueblos de la América Central”, me respondió.

Celebramos la eucaristía bajo el cobertizo de mimbre del patio. Leímos el evangelio de Mateo 4, 25 ss, y meditamos sobre la lectura. D’Escoto se desahogó: “Tengo el cuerpo y la mente cansados, porque ya no logran seguir el ritmo acelerado que me imponen las circunstancias. Sueño con disfrutar de la soledad, con disponer de tiempo para mí y no tener que estar siempre atento al teléfono. Pero sé que eso es solo un sueño. Mi intimidad con Jesús me da la fuerza que me sustenta.”

Al final de la celebración, me dijo: “Quiero que me hagas dos favores: estoy leyendo con mucho gusto el último libro de Don Pedro Casaldáliga. Supe que pronto irá a España. Pídele que pase antes por Nicaragua. E insístele a Don Paulo Evaristo Arns en que venga a la toma de posesión de Daniel el próximo 10 de enero.”

“¿Por qué no llamas por teléfono ahora a Don Paulo?”, le sugerí.

Lo intentamos, pero el cardenal de São Paulo no se encontraba en su casa.

Once días después le di el recado personalmente a Don Paulo Evaristo Arns. Al año siguiente, Don Pedro Casaldáliga visitó Nicaragua.

En marzo de 1986 me lo volví a encontrar en La Habana, en compañía de Rosario Murillo --actual vicepresidenta de Nicaragua y esposa de Daniel Ortega— y de Manuel Piñeiro, jefe del Departamento de América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Hablamos largo y tendido sobre la situación de Nicaragua y el apoyo explícito que los obispos Obando y Vega le daban a la política agresiva de Reagan. D’Escoto era de la opinión de que adres, religiosos y laicos debían enfrentarse valientemente al arzobispo de Managua, apelando, de ser necesario, a la desobediencia eclesiástica. Eso le valió la posterior suspensión del ejercicio de su sacerdocio por parte del papa Juan Pablo II, medida que revocó el papa Francisco.

En enero de 1989, en La Habana, nos vimos en la conmemoración de los 30 años de la Revolución cubana. Sostuvo una larga conversación con Leonardo Boff sobre la teología de la Trinidad: “Es la base de mi espiritualidad”, le oí decir. Y lamentó la situación de su país: “Lo más duro para el pueblo de Nicaragua no es la agresión norteamericana, sino la falta de apoyo de la Iglesia”.

Tuvimos otros encuentros en períodos posteriores, como en la época en que presidía la Asamblea General de la ONU, experiencia que lo llevó a dejar de creer por completo en la eficacia de esa importante institución, manipulada por los intereses de la Casa Blanca.

Con la desaparición de François Houtart y Miguel D’Escoto pierden la América Latina, la causa de los pobres y la Teología de la Liberación. Nos dejan un legado de cómo vivir la fe cristiana en un mundo dividido entre pocos multimillonarios y multitud de miserables, y de lo que significa ser discípulo de Jesús en este convulso inicio del siglo XXI.
Frei Betto



Frei Betto es autor, entre otros libros, de Paraíso perdido – viagens ao mundo socialista (Rocco)

www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.

Traducción de Esther Perez

jueves, 22 de junio de 2017

EL PORQUÉ DE LA VIOLENCIA EN EL SER HUMANO Y EN LA SOCIEDAD, Por Leonardo Boff


Leonardo Boff, teólogo de la liberación

Vivimos a nivel nacional y mundial situaciones de violencia que desafían nuestro entendimiento. No solo de seres humanos contra otros seres humanos, especialmente en el Norte de África, en Sudán y en Oriente Medio, sino también contra la naturaleza y la Madre Tierra. El Papa Francisco en su encíclica ecológica, Cuidando la Casa Común, llega a afirmar que «nunca hemos maltratado y herido tanto nuestra Casa Común como en los dos últimos siglos» (nº 53). No sin razón se está imponiendo la idea de que hemos inaugurado una nueva era geológica, el antropoceno, según el cual el gran meteoro rasante amenazador de la vida en el planeta es el mismo ser humano, que se ha vuelto el Satán de la Tierra a pesar de haber sido llamado a ser el cuidador del Jardín del Edén.

La existencia de la violencia, que no es raro encontrar bajo la forma de aterradora crueldad, representa un desafío para el entendimiento. Teólogos, filósofos, científicos y sábios no han encontrado hasta hoy una respuesta convincente.

Quiero presentar sumariamente la propuesta de un notable pensador francés que vivió muchos años en Estados Unidos y falleció en 2015: René Girard (1923-2015). Apreciaba mis textos y la Teología de la Liberación hasta el punto de organizar él mismo un encuentro en Piracicaba-SP (25-29 de junio de 1990) con varios teólogos y teólogas, pues veía en los propósitos de este tipo de teología la posibilidad de superación de la lógica de la violencia.

De su vasta obra destaco dos principales: “Lo sagrado y la violencia” (Rio 1990) y “Cosas escondidas desde el principio del mundo” (Rio 2005). ¿Cuál es la singularidad de Girard? Él parte de la tradición filosófico-psicoanalítica que afirma que el deseo es una de las fuerzas más estructuradoras del ser humano. Somos seres de deseo. Éste no conoce límites y desea la totalidad de los objetos. Por ser indeterminado, el ser humano no sabe cómo desear. Aprende a desear, imitando el deseo de los otros (“deseo mimético” en el lenguage de Girard).

Eso se ve claro en los niños. Por muchos juguetes que tenga un niño, lo que más quiere es el juguete de otro niño. Y ahí surge la rivalidad entre ellos. Uno quiere el juguete sólo para él, excluyendo al otro. Si otros niños entran en ese mimetismo, entonces se origina un conflicto de todos contra todos.

Este mecanismo, afirma Girard, es paradigmático de toda sociedad. La situación de rivalidad-exclusión se supera cuando todos se unen contra uno, haciéndolo chivo expiatorio. Se le culpa de querer el objeto sólo para sí. Al unirse contra él, olvidan la violencia entre ellos y conviven con un mínimo de paz.

En efecto, las sociedades viven creando chivos expiatorios. Los culpables son siempre los otros: el Estado, el PT, los políticos, la polícia, los corruptos, los pobres, etcétera. Es importante no olvidar que el chivo expiatorio solamente oculta la violencia social, ya que todos continúan rivalizando entre sí. Por eso, la sociedad goza de un equilibrio frágil. Cada cierto tiempo, con o sin chivo expiatorio explícito, la violencia se manifiesta especialmente en aquellos que se sienten perjudicados y buscan compensaciones.

Lo expresó bien Rubem Fonseca en su libro El Cobrador. Un joven de clase media empobrecida, empujado por las circunstancias practica actos ilícitos. Se siente robado por la sociedad dominante y confiesa: «Me están debiendo colegio, sándwich de mortadela en el bar, helado, pelota de fútbol… me están debiendo una chica de veinte años, llena de dientes y perfume. Siempre tuve una misión y no lo sabía. Ahora sé… sé que si todo jodido hiciese como yo, el mundo sería mejor y más justo».

Aquí se busca una solución individual a un problema social. En la medida en que permanece individual no da mucho miedo. Por el contrario, los principales causantes de la violencia estrutural son las clases dominantes que acumulan para sí, a costa del empobrecimiento de los otros. Cuanto más duramente se aplican las leyes contra los empobrecidos, más seguras se sienten. De esta manera consiguen ocultar el hecho de que son ellas las principales causantes de la situación de violencia permanente que el empobrecimiento implica.

Y todavía más, vivimos en un tipo de sociedad cuyo eje estructurador es la magnificación del consumo individualista. La publicidad enfatiza que alguien es más cuando consume un producto exclusivo que los demás no tienen. Se suscita un deseo mimético de apoderarse del bien del otro. Esta lógica perpetúa la violencia.

Pero el deseo no es sólo competitivo, dice Girard. Puede ser cooperativo y unirse todos para compartir el mismo objeto. De competidores pasan a ser aliados. Tal propósito genera otro tipo de sociedad, más cooperativa que competitiva y una democracia participativa. Aqui Girard veía el sentido político de la Teología de la Liberación porque propone una educación que no imita al opresor, sino que se hace libre y enseña a no crear chivos expiatorios y a asumir la tarea de la construcción de una sociedad más igualitaria y justa. Entonces sí habrá más paz que violencia.

lunes, 19 de junio de 2017

LOS ACUERDOS DE LIBRE COMERCIO EN MATERIA FINANCIERA, EL DESCONOCIMIENTO DE SU NEGOCIACIÓN Y SU IMPACTO EN EL DESARROLLO DE LOS PUEBLOS, Por Pedro Biscay




 Las actuales negociaciones secretas sobre acuerdos de libre comercio, que se realizan a puertas cerradas, no sólo incluyen cláusulas liberatorias en materia aduanera, impositiva o comercial, sino que, junto a ellas, existen capítulos poco difundidos y poco debatidos, que comprometen a los Estados signatarios en materia financiera.

I.- Introducción.

Estas negociaciones son secretas, se realizan a puertas cerradas y sólo forman parte de ellas delegaciones integradas por representantes de organismos internacionales y unos pocos funcionarios -especialmente designados- de los países firmantes.Es por esta razón, sencilla y antidemocrática, que incluso la amplia mayoría de los funcionarios que integran organismos estatales con incumbencia directa en las diversas materias allí tratadas, desconocen su contenido y el avance de las negociaciones.

La estructura opaca de estos acuerdos, también es desconocida por el conjunto de los representantes parlamentarios, que tampoco cuentan con información pormenorizada sobre las cláusulas y anexos que conforman el marco legal negociado. Los Parlamentos deben aprobar o rechazar los convenios a libro cerrado, sin poder modificar lo ya negociado y acordado previamente por negociadores y los poderes ejecutivos.

Si estos acuerdos, son impuestos a los Congresos de los diferentes países ¿Qué queda para el resto de la sociedad, especialmente para los trabajadores y los consumidores? Nada. Absolutamente nada más que ser receptores pasivos de sus efectos, sin capacidad alguna de discutir (o siquiera analizar) en forma previa, el contenido de sus cláusulas.

El corazón de estos acuerdos no es más que la extensión del proceso de desregulación en materia financiera, que es impulsado por los países que presionan a nivel global por la eliminación del cuerpo de reglas -sobre regulación de capitales financieros- que han sido desarrollados con el propósito de evitar el impacto negativo de las finanzas sobre la economía real.

Principalmente, el conjunto de acuerdos denominados “Trade in Service Agreement” (TiSA), comenzó a ser impulsado por la Unión Europea a raíz de la adopción de una estrategia focalizada en intensificar la presencia de servicios financieros en los acuerdos de libre comercio firmados con economías emergentes (“The Global EuropeStrategy”, publicada por la Comisión Europea). Para el año 2011, el intercambio comercial en materia financiera entre Europa y el resto del mundo, arrojó resultados netos positivos (1),evidenciando el rol central que la actividad de servicios financieros representa en la Unión Europea (UE).

Junto a la UE, participan impulsando estos acuerdos otros veintidós países participantes de la Organización Mundial del Comercio (“WorldTradeOrganization”-WTO-), entre los que se destacan Estados Unidos, Canadá, Suiza y Panamá. Se calcula que entre estos países y la Unión europea, contabilizan cerca del 70% del comercio mundial de servicios financieros.

Sin embargo, el impulso de estos acuerdos cuenta -en todos los casos- con la activa participación de bancos globales, agencias de crédito y fondos de inversiones con participación preeminente en mercados de derivados, cuyo poder de lobby les han permitido tomar parte en consultas, reuniones y foros de decisión claves a nivel de las instituciones globales, con el único propósito de revertir el proceso de regulación financiera y ganar mayor participación y densidad en los mercados emergentes.

Las consecuencias negativas de la crisis financiera ocurrida en Asia durante los años noventa han llevado a mantener cierta distancia a países como Malasia, Indonesia y Thailandia, mientras que otros comoCorea del Sur (2) firmaron estos acuerdos. En América Latina países como Chile (3), Perú (4), Colombia (5) y aquellos que integran el Foro del Caribe (6), también lo hicieron estableciendo preferencias comerciales con capítulos en materia financiera.

II.- El carácter secreto de los acuerdos.

El carácter secreto de los acuerdos y el manejo de las negociaciones en estricta confidencialidad sin que partidos políticos, movimientos sociales, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, universidades y expertos puedan tomar parte de éstas, representa una clara violación al principio republicano de gobierno y a las formas más esenciales de transparencia que hacen de la democracia un modo de gobierno respetuoso de derechos fundamentales.

Claro que el caso de los acuerdos TiSA no difiere de otros acuerdos de libre comercio como el “Trans Pacific Partnership Agreement” (TPPA). Todos estos documentos son elaborados, negociados y aprobados en secreto, y luego de ser aprobados por los parlamentos respectivos de cada uno de los países firmantes, también permanecen en secreto.

Recientemente, en el seno de la UE se han iniciado litigios orientados a declarar inconstitucionales estos acuerdos. España es un caso puntual en donde organizaciones de derechos humanos y grupos de activismo dedicados a monitorear el compromiso de las corporaciones globales con los derechos humanos, presentaron planteos legales en instancia del Tribunal Superior de Justicia. Estos litigios fundan su objeto procesal en base a la inobservancia de reglas jurídicas propias del derecho local y del derecho internacional de los tratados.

III.-La arquitectura y alcance de los acuerdos.

Los acuerdos de libre comercio en materia financiera parten de una definición amplia de actividad financiera, incluyen todo tipo de prestación de servicios de naturaleza financiera, provista por cualquiera de las partes signatarias de los acuerdos, conforme una división de actividades en dos grandes grupos:
seguros y actividades relacionadas al seguro: seguros de vida, accidentes y seguros de salud, seguros generales y servicios auxiliares al seguro.
actividad bancaria y otros servicios financieros: manejo de activos financieros, captación de depósitos, colocación de préstamos, leasing, inversiones financieras, participaciones y acciones, mercados de futuros y opciones, provisión y transferencia de información relacionada a la actividad financiera, asesoramientos y otros ítems relacionados.

La mayoría de acuerdos de libre comercio celebrados en el marco de la UE, hacen referencia en sentido amplio a todo tipo de actividades prestadas por actores relacionados con la industria financiera (7). La definición es deliberadamente imprecisa con el propósito de incluir en ella a las instituciones financieras propiamente dichas (bancos y compañías de finanzas) y a otras actividades como las prestadas por proveedores de servicios no financieros de crédito, agencias de noticias y calificadoras de riesgo. En términos específicos los proveedores de servicios financieros son definidos como personas humanas o jurídicas (diferentes de entidades públicas) que desean ofrecer u ofrecen servicios financieros (8).

Desde este marco general se pueden identificar cuatro modelos o esquemas generales de provisión de servicios: a. Oferta transfronteriza de servicios; b. Consumo de servicios en el exterior; c. Presencia comercial o establecimiento y d. Presencia física de personas humanas.
Oferta transfronteriza de servicios (crossborder supply): esta modalidad refiere a la oferta de servicios realizados de modo transfronterizo.

El nivel básico y, generalmente aceptado, es el uso de transferencias financieras entre bancos corresponsales localizados en diferentes países. Sin embargo, sobre este esquema básico pueden existir restricciones legales establecidas con el propósito de mitigar los efectos negativos que, sobre el tipo de cambio y la estabilidad financiera, pueden generar los flujos financieros en una economía. De igual modo, también suelen establecerse regulaciones específicas orientadas al cumplimiento de las reglas previstas en materia de prevención de lavado de activos a través de bancos corresponsales.

Un segundo nivel de actividades transfronteriza ses la captación de depósitos por parte de una institución financiera cuando éstos están localizados en otro país. Así, a través de medios de comunicación a distancia (telefonía o redes) podrían cursarse, por ejemplo, operaciones de colocación de depósitos procedentes de Macaoen un banco de inversión localizado en Frankfurt.

En términos prudenciales éste es el mecanismo menos desarrollado, toda vez que los riesgos inherentes que podrían generarse en las instituciones financieras y en el sistema en su conjunto, no son aconsejables desde el punto de vista de las regulaciones de capitales mínimos de entidades financieras, ni desde el ámbito de protección al consumidor financiero. Podría darse el caso de corrientes agresivas de salidas de depósitos de una entidad por condiciones impredecibles en el país del cual aquellos proceden.
Consumo de servicios en el exterior (consumption abroad):Una empresa o un consumidor de un país firmante de los acuerdos utiliza servicios financieros en jurisdicción del otro país firmante. Así por ejemplo, una compañía de diseño y publicidad francesa abre una cuenta bancaria en Chile para realizar allí transacciones comerciales relacionadas con su actividad. Este concepto puede incluir el empleo de medios de pago electrónicos, el uso de tarjetas de crédito para financiamientos de corto plazo o la asignación de préstamos en moneda extranjera para el financiamiento de actividades comerciales. También, existen ciertos riegos prudenciales.
Presencia comercial o establecimiento (commercial presenceor establishment):se refiere a la inversión extranjera directa en materia financiera. Por ejemplo, bancos británicos que expanden su actividad alrededor del mundo, abriendo filiales en otros países signatarios de los acuerdos. Al igual que en los casos anteriores, el mismo esquema se aplica en otros segmentos de la actividad financiera como los seguros. Los acuerdos puede establecer -siempre según la capacidad de negociación de las partes- ciertas restricciones sobre aspectos que sean calificados de especial relevancia: activos públicos, fondos de pensión, expansión territorial de cajeros automáticos.
Presencia física de personas humanas (presence of natural persons): este modelo implica que trabajadores de la industria financiera o profesionales dedicadas al manejo de carteras o promoción de opciones de inversión procedentes de un país signatario, visiten otro país a los efectos de ofrecer servicios financieros en esa jurisdicción.

La arquitectura de los acuerdos de libre comercio abarca una combinación de textos cuyo modelo se basa en las negociaciones que, a partir de la Ronda de Uruguay (entre los años 1986/1994), dieron lugar a la firma de los acuerdos GATS, cuya entrada en vigencia data del 1 de enero de 1995.

Estos acuerdos aplicables a los países que integran la Organización Mundial de Comercio (WTO), se componen de cuatro documentos específicos:
Acuerdos marco (frameworks agreements): establecen las reglas y obligaciones generales para el intercambio de servicios entre países, el ámbito de aplicación de los acuerdos y una serie de principios generales y excepciones reguladas, a los fines de organizar reglas comunes para el intercambio de servicios. El principio de nación más favorecida (Most Favoured Nation Treatment) es el más importante en tanto prohibe a un país establecer regulaciones que puedan ser tenidas como discriminatorias por otras naciones.
Listas de compromisos (Schedules of Commitmens): establecen reglas específicas sobre acceso al mercado financiero y nación más favorecida aplicables a sectores (y subsectores) especialmente identificados.
Anexos en materia de servicios financieros: contienen provisiones adicionales relacionadas con servicios financieros, incluyendo cuestiones tan importantes (cómo para estar en un anexo) como regulaciones prudenciales adoptadas por os reguladores públicos y mecanismos de disputa arbitral.
Memos de entendimiento voluntario (UnderstandingonCommitents in FinancialServices): Estos contienen reglas especificas adoptadas sobre la base de acuerdos voluntarios entre partes.

IV.- Las medidas prudenciales

Es de especial importancia destacar que el marco general de los acuerdos incluye una provisión específica (GATS. Art. XII) respecto de restricciones para salvaguardar la balanza de pagos (denominada Restriction to Safeguard the Balance of Payments)que específicamente permite a un país adoptar limitaciones arquitectura los de servicios financieros, si el ciclo financiero de los flujos de capital produce dificultades o amenazas para el balance de pagos o el financiamiento externo.

Este artículo permite fijar restricciones siempre que guarden razonabilidad con criterios de temporalidad, respetando el principio de no discriminación entre países y, siempre que guarden proporcionalidad con la necesidad de remediar el balance de pagos (9).

Sin embargo, los especialistas en interpretación de las reglas jurídicas de acuerdos de libre comercio, entienden que debe aplicarse con sentido restrictivo cualquier regulación que pudiera implicar una restricción a la libertad plasmada en los acuerdos. Así, por ejemplo, en materia financiera y, especialmente frente al desarrollo de las regulaciones de Basilea, uno de los aspectos que ofrecen mayor discusión es la denominada “prudentialcarve-out” (10). Esta cláusula permite a los Estados adoptar medidas prudenciales, si existen motivos que lo justifiquen. Los acuerdos mantienen un elevado nivel de incertidumbre e imprecisión respecto de qué se entiende por “medidas” (11) y por “razones prudenciales”.

Conforme fue citado en la nota a pie número 10, en GATS la regulación de la cláusula “carveout” refleja la primera cristalización del principio. Conforme señala Samuel Trujillo, en el marco de la Unión Europea, Suiza estimuló una interpretación más laxa a los efectos de incorporar el criterio de razonabilidad en la aplicación de medidas, seguido de otros estándares específicos: a.)las regulaciones prudenciales no pueden representar cargas excesivamente onerosas para los inversores y b.) tampoco pueden establecer criterios discriminatorios (12). Estos criterios son coincidentes con los previstos en materia de regulación de balanza de pagos.

Conforme fuera filtrado por Wikileaks el 19 de junio de 2014, el borradorsecreto que establece las medidas prudenciales en el Anexo de Servicios Financieros de los acuerdos TiSA, contiene previsiones que indican que sin importar las cláusulas del acuerdo una parte no debería adoptar, o mantener, medidas prudenciales, incluyendo: a) la protección de inversores, depositantes, asegurados o beneficiarios de fideicomisos financieros, o b) para asegurar la integridad y estabilidad de una parte del sistema financiero; agregando que si estas medidas no se conforman con las previsiones del acuerdo, no deben ser utilizadas como medio para evitar las obligaciones de las partes en virtud del acuerdo (13).

V.- Listas positivas y listas negativas.

Una diferencia sustancial entre GATS y TiSA es el enfoque para formular excepciones a la desregulación financiera (14). Mientras los acuerdos GATS utilizan un enfoque denominado lista positiva (“Positive list”), los acuerdos TiSA emplean un enfoque combinado que emerge del empleo de una lista positiva y una negativa (“Negativelist”). Por su parte, los acuerdos CETA utilizan las listas negativas.

Por listas positivas se entiende que los países firmantes incluyen dentro de una lista expresa qué servicios deciden desregular: finanzas, salud, turismo, educación, medio ambiente, transporte u otros.

Por el contrario, las listas negativas son utilizadas para dejar al margen de la desregulación ciertos aspectos que específicamente deben ser considerados con reglas diferenciales. Las listas negativas establecen medidas discriminatorias que exigen una reserva especial y pueden referirse, por ejemplo, a medicamentos y servicios financieros.

VI.- Dos clausulas peligrosas para la soberanía estatal.

El conjunto de reglas que estos acuerdos establecen son riesgosas para la estabilidad financiera y el crecimiento económico y el empleo. Muchas de ellas, por cierto, son contrarias a principios y reglas básicas que nuestro sistema jurídico ha establecido con relación al funcionamiento del sistema financiero que, guarda una relación con la finalidad de servicio público, conforme lo ha sostenido en reiteradas oportunidades la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia Argentina.

Introduzco la discusión sobre servicio público precisamente porque la principal regla de estos acuerdos consiste en bloquear cualquier intento de fortalecer (o establecer) regulaciones que restrinjan la actividad de los capitales financieros y operaciones realizadas por bancos globales. De este modo, la firma de los mismos, frustra cualquier intento de establecer regulaciones legales orientadas a brindar mayor seguridad y protección a los ciudadanos frente a las actividades comerciales de bancos y empresas de inversión.

Los acuerdos TiSA incluyen dos cláusulas, una de ellas denominada “ratchetclause” y la otra “standstillclause”. Ambas deben ser tenidas en cuenta con especial cuidado, a tenor del desarrollo de cualquier programa progresivo en materia de regulación financiera.

La cláusula “ratchet” significa que la modificación de cualquier medida desregulatoria en materia financiera (es decir aquellas cuyas consecuencias impliquen reducir o eliminar restricciones sobre transacciones, operaciones o actividades relacionadas con el negocio financiero) que el Estado hubiera adoptado en el marco de los acuerdos, queda automáticamente bloqueada.

El efecto es, entonces, asegurar a las instituciones financieras que aquellas modificaciones normativas que hayan logrado obtener a partir de decisiones adoptadas por los organismos de regulación financiera, no serán modificadas con posterioridad. Revertir decisiones relacionadas con normas desregulatorias, implicaría entonces consecuencias severas para cada país. No se podría en este sentido, revertir una decisión política que haya implicado privatizar jubilaciones o desregular ampliamente el flujo de capitales.

Por otro lado, la cláusula“standstill”prohíbe a los estados signatarios adoptar cláusulas restrictivas en materia financiera sobre aspectos que hasta el momento no se encuentren regulados. Por ejemplo, si un país decidiera, por cuestiones prudenciales, establecer regulaciones sobre tasa de interés para operaciones de corto plazo (por ejemplo, desincentivar el “hotMoney”) no podría avanzar en este sentido extendiendo el marco de regulaciones restrictivas en dicha materia.

El desarrollo de ambas cláusulas es el fiel reflejo del proceso de captura de los organismos de regulación financiera internacional por parte de los principales bancos y fondos de inversión, que doblegan la voluntad política y soberana de los estados, para adaptar las regulaciones a sus intereses. A nivel de los estados firmantes, la adopción de acuerdos que incluyan estas cláusulas, neutraliza la capacidad de supervisión y regulación prudencial sobre la actividad financiera.

VII.- El ocaso de la jurisdicción

¿Qué pasaría ante una eventual disputa relativa al alcance o contenido de las obligaciones asumida en el marco de los acuerdos?

Los acuerdos TiSA establecen un mecanismo de soluciones arbitrales denominado “Investor-State Dispute Settlement” (ISDS),que es similar a otros modelos de resolución extrajudicial de disputas (como los previstos en los acuerdos GATS) y que, en términos prácticos, sustraen al país del ámbito natural de su jurisdicción territorial.

En Argentina, desde el proceso de la llamadaRevolución Libertadora (1955), hemos vistodiferentes eventos o momentos jurídicos que han consagradomecanismos de prórroga de jurisdicción en temas tan sensibles como el endeudamiento externo del país. Como es sabido, siempre que se fijan estas cláusulas, también se establecen otros mecanismos de renuncia a la inmunidad soberana sobre bienes de dominio público y privado y renuncias específicas en materia de ejercicio de derecho de defensa.

El correr de los años y las dificultades que el país atravesó con las negociaciones de deuda, no han permitido modificarlos marcos legales en un sentido favorable al principio de territorialidad jurisdiccional. Es por eso que resulta sumamente preocupante profundizar estos esquemas con modelos de resolución de disputa que permiten a los inversores de mayor peso, elegir árbitros a su antojo, en detrimento de la posición soberana del país.

A modo de ejemplo, durante los años 2006 y 2008, la República Argentina fue objeto de diversos reclamos iniciados ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) por tenedores italianos de bonos soberanos que se encontraban en default. Argentina tuvo que defenderse en aquella instancia, creada en el seno del Banco Mundial, en el marco de procedimientos que no garantizaban debidamente la imparcialidad y la igualdad de armas entre las partes. A pesar de que la actividad financiera no se encontraba directamente enmarcada en un tratado de servicios financieros, los más de 60 mil bonistas italianos agrupados en la “Associazione per la Tutela degliInvestitori in TitoliArgentini” (TFA), formularon tres demandas colectivas por un valor cercano a los 2.500 millones de dólares y fundaron su legitimación invocando,como fuente de protección de los bonos adquiridos, el Tratado Bilateral de Inversión celebrado entre Argentina e Italia durante los años noventa.

Enloscasos“Giovanni Alemanni and others v. Argentine Republic (ICSID Case No. ARB/07/8)” y“AmbienteUfficio S.p.A. and others v. Argentine Republic (ICSID Case No. ARB/08/9)”el tribunal arbitral emitió una resolución procesal cerrando los procedimientos por falta de pago de los anticipos necesarios establecidos en el Reglamento Administrativo y Financiero (Regla 14.3.d), mientras que el tercer caso, caratulado“Abaclat and others v. ArgentineRepublic (ICSID Case No. ARB/07/5)”, se encontraba pendiente la admisibilidad de prueba cuando el gobierno argentino decidió asumir el pago de lo reclamado en todos los casos (el tercero y los anteriores también), además de los costos financieros asociados a la individualización de los tenedores de bonos.

Actualmente, la República Argentina tiene vigentes alrededor de 59 tratados bilaterales de inversión (TBIs) que establecen que las disputas producidas con inversores extranjeros, deben someterse a las reglas de procedimiento arbitral del CIADI (15). Recientemente, el CIADI concluyó que el país deberá pagar unos 380 millones de dólares por la expropiación de la empresa Aguas Argentinas (monto al que debe añadírsele los intereses). Los beneficiarios del fallo son los grupos empresarios Suez, Vivendi y Aguas de Barcelona.

Volviendo sobre el modelo previsto en los acuerdos TiSA, el sistema de arbitraje de diferencias previsto en sus cláusulas (“Investor-state dispute settlement”) es un instrumento que permite al inversor extranjero, que entienda que el Estado Anfitrión de las inversiones ha violado principios y reglas jurídicas previstas en los acuerdos, someter la diferencia ante un tribunal de arbitraje, siempre que los estados de origen y recepción de inversiones hayan acordado la concurrencia a dicho mecanismo. En estos casos, los inversores podrán llevar el caso al CIADI, o a otras instituciones como el Tribunal de Londres de Arbitraje Internacional, la Cámara de Comercio Internacional, o el Centro de arbitraje Internacional de Hong Kong.

En los hechos, este instrumento funciona como “tribunal resolutorio” a favor de las pretensiones jurídicas de las corporaciones multinacionales, que utilizan esta instancia para determinar favorablemente los límites normativos que definen casos de expropiación (en tanto, la referencia semántica prevista en los tratados de inversión suele ser amplia y ambigua) y valerse del carácter secreto de las disputas.

Los abusos y consecuencias negativas que se están generando a raíz del empleo de estos mecanismos, en desmedro de las jurisdicciones locales, han sido reconocido incluso por el periódico The Economist, en una nota publicada el 11 de octubre de 2014 bajo el título “the arbitration game” (16), en la que además presenta estadísticas sobre el creciente número de casos que han sido presentados desde el año 1995 en adelante.
El gráfico de barras registra los casos presentados en cada año hasta el 2013, mostrando un pico de 59 casos para el año 2012. Sin embargo, conforme registran los informes de UNCTAD (17) durante el año 2015, el registro de casos continuó aumentando hasta alcanzar las 70 presentaciones por discrepancias interpretativas sobre los acuerdos, consideradas por los inversores externos como amenazas a sus derechos de propiedad.

Durante ese año, no sólo se registraron casos relacionados con disputas relacionadas con inversiones a raíz de desacuerdos respecto del alcance de ésta expresión en el marco de acuerdos de inversión, o por ejemplo, en base a reclamos de expropiaciones indirectas por parte de Estados Anfitriones; sino que se han iniciado también casos relacionados con pretensiones de cobro de bonistas afectados por la caída del Banco de Chipre, que se vio envuelto en una crisis de solvencia a raíz de la colocación de préstamos blandos e inversiones en bonos soberanos griegos por magnitudes excesivas sobre su balance (18) (alrededor de unos 950 tenedores de bonos alegaron ante el ISDS haber sido discriminados al no ser incluidos en los rescates pactados por la entidad financiera con el Banco Central Europeo y el FMI; el reclamo asciende a la suma de 120 millones de euros).

En el caso “Belokon v. Kirguistán”, el magnate de las finanzas fundador del Baltic International Bank y Presidente del BlackpoolFootball Club, acudió al ISDS alegando la protección del tratado bilateral de protección de inversiones reciprocas, celebrado entre Kirguistán y Letonia, en el año 2008, a raíz de una investigación criminal relacionada con lavado de activos y otros delitos financieros. Como resultado de esta disputa, el ISDS concluyó que Kirguistán no pudo demostrar suficientemente las acusaciones por lavado de dinero y estableció sanciones a favor de Belokon por 16,5 millones de dólares en concepto de compensaciones económicas. En mayo de 2017, la justicia de Kirguistán lo condenó en ausencia a 20 años de prisión.

Cada instancia arbitral ISDS está integrada por tres poderosos abogados que, en el marco de disputas contra estados específicos que han firmado tratados de inversión, protegen los derechos de los inversores extranjeros, estableciendo, incluso contra decisiones jurisdiccionales adoptadas por aquellos, sumas millonarias en concepto de compensaciones económicas. A raíz de las evidentes consecuencias disvaliosas para los estados, algunos países como India, Sudáfrica, e Indonesia están revisando los acuerdos, mientras que Ecuador, Bolivia y Venezuela, están poniendo fin a muchos de ellos.

VIII.- Conclusión.

Los acuerdos de libre comercio en materia de servicios financieros se han desarrollado a lo largo de los últimos años, con el propósito de profundizar y darle mayor densidad al principio de maximización de beneficios de las corporaciones ligadas a la industria financiera. Estos acuerdos establecen criterios orientados a desregular las relaciones de comercio financiero y a evitar nuevas regulaciones, que pudieran ser consideradas riesgosas, o menos favorables para los inversores, desde el punto de vista de sus derechos de propiedad.

La letra chica de los acuerdos debe sortear los estándares de legitimidad y legalidad específicos a principios republicanos de gobierno, puesto que el carácter secreto de los mismos agrede principios democráticos básicos. También debe atravesar estándares de legalidad estricta, toda vez que el alto grado de vaguedad e imprecisión con que han sido redactados genera indeterminación legal y serias dificultades para establecer con precisión el contenido de cada una de sus cláusulas.

Además de ello, se requiere un análisis preciso del contenido de los mismos desde el punto de vista de los principios de orden público, que rigen el funcionamiento del sistema financiero y desde la cláusula constitucional del progreso (19), toda vez que la mera posibilidad de que el Estado se vea impedido de adoptar medidas regulatorias en materias específicas como control de capitales y tipos de cambio, podría condicionar fuertemente la viabilidad del país, en situaciones de riesgo de inestabilidad financiera y compromisos de la balanza de pagos.

Desde otro punto de vista, el desplazamiento del centro de resolución de conflictos desde el ámbito de la jurisdicción nacional hacia tribunales arbitrales, genera fuertes amenazas para la seguridad jurídica de los países

Por último, dejar las negociaciones en manos de expertos, que actúan de manera reservada, a espaldas de los parlamentos y de los sectores económicos y sociales que se verán afectados por la firma de los acuerdos, podría generar consecuencias muy negativas para el futuro delos estados signatarios.

Es imperioso avanzar en la promoción del debate público de estos temas y la generación de una agenda abierta, y participativa, en la que puedan estar presentes tanto el conjunto de las organizaciones económicas y sociales, como dirigentes políticos y de los trabajadores.

Notas

[1] “…More specifically, the financial services sector has emerged as a key priority for trade negotiations. Member States of the EU are the world´s largest exporters and importers of financial services, and in 2011 enjoyed a net trade surplus in financial services around USD 36 million…” Cfr.Financial Services in EU Trade Agreements. Study for the ECON Committee. Economic and Monetary Affairs. 2014. Policy Department Economic and Scientific Policy. EuropeanParliament.
[2]Firmado el 6 de octubre de 2010. Entrada en vigencia el 1 de julio de 2011.
[3]Firmado el 18 de noviembre de 2002. Entrada en vigencia el 1 de marzo de 2005.
[4]Firmado el 26 de junio de 2012. Entrada en vigencia el 1 de marzo de 2013.
[5]Firmado el 26 de junio de 2012. Entrada en vigencia el 1 de marzo de 2013.
[6] Firmado el 15 de octubre de 2008. Entrada en vigencia el 1 de noviembre de 2008. El CARICOM está integrado por Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Bélice, Dominica, República Dominicana, Granada, Guyana, Haití, Jamaica, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristobal y Nieves, Surinam y Trinidad Tobago.
[7] A diferencia del caso de los acuerdos CETA que específicamente refieren al término instituciones financieras
[8] “…financial services supplier, defined as “any natural or juridical person of a party (other than public entities) wishing to supply or supplying financial services…”.
[9] “Article XII -Restrictions to Safeguard the Balance of Payments.
In the event of serious balance-of-payments and external financial difficulties or threat thereof, a Member may adopt or maintain restrictions on trade in services on which it has undertaken specific commitments, including on payments or transfers for transactions related to such commitments. It is recognized that particular pressures on the balance of payments of a Member in the process of economic development or economic transition may necessitate the use of restrictions to ensure, inter alia, the maintenance of a level of financial reserves adequate for the implementation of its programme of economic development or economic transition.
The restrictions referred to in paragraph 1:
(a) shall not discriminate among Members;
(b) shall be consistent with the Articles of Agreement of the International Monetary Fund;
(c) shall avoid unnecessary damage to the commercial, economic and financial interests of any other Member;
(d) shall not exceed those necessary to deal with the circumstances described in paragraph 1;
(e) shall be temporary and be phased out progressively as the situation specified in paragraph 1 improves.”
[10] GATS AFS Article 2 (a) notwithstanding any other provisions of the Agreement, a Member shall not be pre- vented from taking measures for prudential reasons, including for the protection of investors, depositors, policy holders or persons to whom a fiduciary duty is owed by a financial service supplier, or to ensure the integrity and stability of the financial system. Where such measures do not conform with the provisions of the Agreement, they shall not be used as a means of avoiding the Member’s commitments or obligations under the Agreement”.
[11] GATS Article XXVIII(a) con relación al término “medida” define “any measure by a Member, whether in the form of a law, regulation, rule, procedure, decision, administrative action, or any other form”.
[12] Trujillo Samuel, Demystifyng the prudential carve out: A proposal. http://revistas.uexternado.edu.co/index.php/contexto/article/view/4408/4998.
[13]“notwithstanding any other provision of the Agreement, a Party shall not be prevented from [pa, eu: taking] [us: adopting or maintaining] measures for prudential reasons, including for: (a) the protection of investors, depositors, [pa, us financial market users], policy-holders or persons to whom a fiduciary duty is owed by a financial service supplier; or (b) to ensure the integrity and stability of a Party’s financial system.2. Where such measures do not conform with the provisions of this Agreement, they shall not be used as a means of avoiding the Party’s commitments or obligations under the Agreement”.
[14] Constantin Groll. Tisa What we know – What we can expect. Rosa Luxembourg Stiftung Brussels Office.
[15]La República Argentina adhirió al CIADI el 18/11/1994 a pesar que el Tribunal fue creado en el año 1965, de manera que, durante muchos años, el país consideró desfavorable adherir al mecanismo de solución. Actualmente existen12 casos pendientes en los que el país está siendo demandado y que están pendientes de resolución (en total se registran unos 53 casos, de los cuales 41 han sido cerrados con diferentes desenlaces).
[16]The Economist, The Arbitration Game. Publicada el 11 de octubre de 2014.
[17]www.unctad.org United Nation Conference on Trade and Development (UNCTAD) IIA Issues Note Nro. 2 June 2016. Investor State Dispute Settlement: Review of Development in 2015.
[18]“TheodorosAdamakopoulos and others v. Republic of Cyprus (ICSID Case No. ARB/15/49”. http://investmentpolicyhub.unctad.org/ISDS/Details/690.
[19] Ver artículo 75, inciso 18 de la Constitución de la Nación Argentina.



*Abogado, Director del Banco Central de la República Argentina