jueves, 23 de abril de 2015

Hernán Esteban Arbizu, el banquero arrepentido, por Claudio Javier Castelli

( Este artículo lo publiqué en el blog: escaladaperonista.blogspot.com, en Julio de 2013)


El título de esta nota es una contradicción en sí mismo: ¿de qué puede arrepentirse un banquero?. La respuesta rápída es de nada. Porque desde que el ciclo económico del capital financiero desarrollándose sin límites llegó para quedarse, desde la guerra del YOM KIPPUR el 6 octubre del 73, cuando egipcios y sirios cruzaron el Canal de Suez y tomaron los Altos del Golam, ante la respuesta Israelí apoyada por EE.UU, la OPEP (Organización de países exportadores de petroleo), subió el precio del barril, provocando un drenaje inmenso de divisas desde occidente hacia los paises árabes.

Estos países depositaron todos esos excedentes en bancos europeos, en consecuencia había una enorme cantidad de dinero líquido para prestar, esto es el orígen más próximo de la deuda externa argentina, así como del flujo indiscriminado del capital financiero, sin límites, sin referencias a la actividad productiva, y la causa de tasas de ganancias altísimas para los banqueros.


Martínez de Hoz con respaldo estatal de los depósitos, permitió a los bancos cabalgar sobre las siete maravillas del mundo. Después, en los 80, Margarette Thacher, y Ronald Reagan difundieron sus políticas de valorización del capital financiero, que se expandieron por todo el mundo, con el Fondo Monetario Internacional, como mascarón de proa, teniendo en estas pampas, con Menem: la apoteósis final.


Después, el 2001 aquí, la crísis de las hipotecas en Estados Unidos y Europa en 2008; mucho no ha cambiado en el mundo en cuanto al consenso neoliberal, salvo por estas lides latinoamericanas.


Volvamos a la pregunta: ¿de qué puede arrepentirse un banquero?. Y si el que se arrepiente es un alto directivo del JPMorgan para latinoamerica, y acepta haber contribuido a lavar dinero de grandes empresarios entre 2006 y 2008 (de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay). "En el caso de mi empleo en el JPMorgan, nos enfocábamos en lo que se define como sector de "Ultra Altos Recursos", que son mínimos de cuenta 25 millones de dólares líquidos. Cabe aclarar que una persona que tiene 25 mllones de dólares líquidos, tiene un patrimonio de 100 millones de dólares".


Hay otro mundo y otra vida dicen, pero es un poco más cara. A esa porción mínima de habitantes que llevan esa vida más cara, se destinó el trabajo de Arbizu, con pingües ganancias para él.


"Me gustaría decir más o menos cuales son los montos que cada banco administra en el extranjero, de los argentinos: El Citibank, unos veinte mil millones de dólares, el UBS, unos quince mil millones de dólares, el Credit Suisse diez mil millones de dólares, el Santander ocho mil millones de dólares, el Bilbao Vizcaya, unos ocho mil, Goldman Sachs, unos cinco mil , y el JP Morgan, unos seis mil"


Pienso en las villas miserias para ser integradas definitivamente, en las escuelas rurarles perdidas en provincias del país, en los aun muchos excluidos, en la mejor vida que pudieran tener todos ellos, y todos nosotros, con semejantes sumas de dinero.


No ocurre en todos los paises, nuestra oligarquía no tiene banderas, es apátrida, no quiere su país, y saca el dinero fuera del mismo, para jugar a una devaluación."Los gobiernos" dirá.


El Juez Federal del Juzgado Penal N° 12, Dr. Sergio Gabriel Torres se hizo el distraído y en cinco años no lo llamó a declarar, jugando a un pedido de extradicción de los Estados Unidos, por una supuesta estafa menor al JPMorgan, cuando lo que este banco provocó en el país es mucho más grave y dañoso: 6000 millones de dólares lavados en el exterior. El Juez Casanelo sí lo citó.

En la causa del Juez Torres, el Fiscal era Marijuan, que tuvo un inmovilismo mayúsculo.


Se trata siempre de desacreditar al arrepentido que importan los motivos reales de la confesión de Arbizu, lo realmente trascendente son los hechos contados, su forma, sus montos, sus autores, coautores y cómplices.


Siempre digo: en derecho penal y en política, las intenciones últimas quedan para ser juzgadas o analizadas por sacerdotes y psicoanalistas, pero los jueces, fiscales, querellantes no estan para eso.


Binvenido Arbizu al mundo cotidiano, nosotros te damos un agradecimiento por el valor de tus confesiones, si estuvieras en Estados Unidos, seguramente el Estado te contrataría, aquí no se estila hacer. 

Pero Bienvenido y que haya más banqueros arrepentidos como Hernán Esteban Arbizu. Así se empieza a desentrañar la impunidad, a conocer aquello desconocido, que nadie entiende, la matríz de la fuga de divisas y el corazón del delito económico.

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