domingo, 19 de abril de 2015

Cuando hay un funcionario público y cuando no hay funcionario público, Por Claudio Javier Castelli



A un funcionario público es muy fácil hacerle una denuncia, encuentra su justificación, en verdades comprobadas en la historia de este país, en su exposición pública y en cierta rendición de cuentas permanentes que debe hacer. También es fácil denunciar y requerir cuando en una causa económica, a lo lejos o muy cerca pueda visibilizarse la responsabilidad de un funcionario público. En los dos casos citados, hay promesas de un escándalo mediático en puerta, donde el nombre del denunciante y en el caso que sea fiscal también, figure en las primeras portadas de los medios hegemónicos. Entonces los denunciantes y fiscales se muestran durísimos y piden medidas y sanciones ejemplificadoras.

Pero cuando no hay un funcionario público involucrado o es muy difícil encontrarlo, y los investigados se tratan de un Banco de primer nivél internacional -por ejmp. el JPMorgan-, y 469 empresarios destacados del país, y el caso sea de aproximadamente 5000 millones de dólares, y en ese caso, haya un alto directivo del banco, que por el motivo que sea, se autoimpute y confiese como se sacaba el dinero del país, a través de oficinas clandestinas, puede acontecer que no sobren los denunciantes, ni los fiscales capaces de requerir; es que en el fondo puede terminar con su exposición mediática, dado que a los medios hegemónicos el caso les preocupa, pues están involucrados sus anunciantes, su propia clase social, que representan y defienden, y ellos mismos. En consecuencia nada ha de salir en esos medios, ni en sus trescientos canales, radios, ni diarios vinculados.

Asimismo, Su Señoría, ¡ay Su Señoría ha de dormir el expediente por cinco años!, y el fiscal, el mismo fiscal -durísimos con los funcionarios públicos o casos con ellos involucrados- ejercerá una casi nula actividad para impulsar el proceso, es que no hay promesa mediática en ciernes.

Lo llamé varias veces a su público despacho para que me ayude a impulsar la causa, a las 13 hs, y en todas las oportunidades ya se había retirado.

Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. Pero la coincidencia es pura realidad, el fiscal es el mismo en sonados casos recientes, y de casi nula actividad en la causa del el JPMorgan.

Siempre insisto en que los funcionarios públicos tarde o temprano llega la justicia para ellos, pero cuando se trata de corporaciones económicas, empresas y personas de alto rango social, la justica es esquiva.

Recuérdese que Menem y De La Rúa están siendo Jugados, y actualmente se investiga a Jaime, Schiavi, Boudou etc. Pero solo algún  delincuente económico financiero, no muy de peso, ha sido condenado en el país. No recuerdo a ningún fiscal que se haya jugado el pellejo por casos así.

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