lunes, 31 de agosto de 2020

A HUGO CORREA LUNA in memoriam por Claudio Javier Castelli

 


Escribíamos sobre las páginas vacías

del envés de una novela

que habías desechado.


Tus cumpleaños, raros acontecimientos

rebalsando de amigos, alcohol, palabras, cigarros

y una humareda enredada

que desvanecía los fantasmas

de la ternura de vivir.


Universo infinito de literatura 

cuando leías un texto con voz raspada,

con énfasis en los pasajes

donde nos desprendíamos 

de eso que llamamos mundo

para acceder a un delirio báquico

de palabras, comas, tres puntos,

y poesía.


Amabas la literatura norteamericana

y el barroco

vive este en tus novelas y poesía.


¿Qué tienen las palabras

cuando las dice un poeta?

se abren como se abren las puertas del cielo

en todas las religiones.


Tengo mucha nostalgia

de aquel taller de escritura de los ochenta

cuando todos eramos jóvenes.


¿Qué sabíamos nosotros

de la conjura que aguarda

en el humo de los cigarrillos?


¿Qué sabíamos nosotros

de lo que el país echó a andar?


Muchos descubrimos en tu taller

un laberinto sin hilo de Ariadna

para socorrernos del temblor de las palabras.


Pobres y torpes son las mías

van como exiguo homenaje

a todo lo que aprendimos.


Ahora le estarás recitando a Dios

un cuento de Carpentier, 

y éste asombrado, como dice Aristóteles de la Metafísica:

"siente envidia de los humanos"

cuando descubren el resplandor de lo sublime

y el soplo de lo sagrado.


1° de Septiembre de 2020.    


4 comentarios:

  1. Hermoso poema. Dan fue a su taller, que bueno es tener en la vida a Maestros, esos seres sabios que transmiten más allá de las palabras. Es un poema realmente bellas musas estuvieron danzando por ahí. abrazo

    ResponderEliminar
  2. No conocí al occiso y por mor de tu sentido poema siento que me perdí algo importante.

    ResponderEliminar