que quiero decirte,
por ejemplo:
¿por qué no me has querido?
Este ¿por qué? suena en esta noche
antiguo y vacío.
Por qué a las mujeres que no nos han querido
les reservamos las palabras,
si aquellas que nos han querido
son nuestras mejores compañeras.
Por qué queda un vacío inmenso,
un muro
y solo los muros son reales,
asibles cuando tanteamos en la oscuridad,
y la oscuridad es nuestra forma de ser,
cuando tanteamos en el vacío: ¡somos!
Ni siquiera sé si te he querido
solo que te busqué con pasión,
y era el viento lo que me devolvía,
el deshacerse de la noche esquelética,
y se desparramaba en hojaldre
y secas vainillas.
Me mantienen vivos: el trabajo semanal,
el hogar, los hijos, los ojos de Beatriz,
Dios, Hegel, las palabras,
pero sobre todo una pasión inaccesible,
un recuerdo desnudo
que para vos pasó intrascendente.
Es la forma instantánea de la musa,
de la elegía.
Acaso este recuerdo no es real
es solo sublime y apocado
pero inmenso en la memoria
como un desdén ancestral
que me persigue desde mi niñez:
ella me sorprendía
con las colitas y el guardapolvos.
¿Qué estaré buscando en las palabras?
Si el destino nos vuelve a juntar
me encontraré con el tango
"Como dos extraños",
con las férulas vacías
de un invierno en verano
cuando sentimos frío al mediodía.
¿Qué tendrá tu recuerdo
que lo distingue de otras realidades?
El acaso pudo ser.
No es que me canse la sopa cotidiana,
no;
¿Las volutas de niebla
que nunca se disipan?
¿O el muro imposible?
Si todo lo que más desee
se convertía en brumas y cenizas.
Guardo ese vacío como una melodía feliz.
¿Será el número tres
como mueca de la edad,
en la insistencia de Hegel,
y la santísima trinidad?
¿Será el número tres
que acobarda a los hombres?
¿O es algo que nunca existió
e inventó mi pasión
para poder hilvanar palabras?
¿Y las canciones que escucho al infinito?
¿O será nada más un día de juventud
un lento atardecer de verano?
Septiembre de 2020.-
Muy bueno, Claudio Javier, si hasta te digo cambio algunos nombres y lo hago mio
ResponderEliminar