Inexplicables
nuestras antípodas
tenuemente insinuadas.
Me desviste, me golpea
la sinrazón.
Desnudo
ante la inútil nostalgia
qué puedo decirle
que puedo pedirle.
Apenas una terminal tantálica
recoge limosnas
de mi vano estar
inútilmente vivo todavía.
La realidad es un gentío molesto
y fácilmente puede añorarse.
El dolor de verte
la incorruptible vida
el vano deseo de tenerte
allí
en la desvencijada y gris
estación del ensueño
abandonando la representación oficial
para representar una piel
que una y otra vez se desvanece.
La esporádica pasión de vivir
la gasa nebulosa del Otoño
aceitada de tinta y lágrimas inacabadas
por las montañas y lagos del albur.
Definitivamente
esa sangre desordenadamente
e irremediablemente
te busca.
Para qué huir
si algún camino
alguna estrella
algún azul
me devolverá
el ramo de flores silvestres
y el aroma del atardecer.
Claudio Javier Castelli
2021
hermoso poema, suave, habla del alma.
ResponderEliminar"La gasa nebulosa del Otoño". Muy bueno
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