sábado, 5 de diciembre de 2020

NEGACIÓN por Roberto Sutil(") para Vagos y Derecho

 


Por vos entendí el significado de jugar a la pelota. La alegría de los pobres. La representación de clase.

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

El juego, la gambeta, la magia, la comba, lo indescifrable, el orgullo, la pasión, lo nacional, el himno, lo auténtico, lo majestuoso, lo dionisiaco, el olimpo…

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

La contradicción como rebeldía, la mano tendida como filosofía de vida, ver de rodillas a los que nunca lo hacen…

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

La mochila, la espalda pesada, los buitres, los crucificadores. Mi pura intención de decirte gracias.

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

Bancar a los débiles, pararte en la vereda incomoda, soñar, siempre soñar con utopías y hacerlas posibles. Oír “mi papá llora por Diego”. 

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

Saltar, gritar “maradoooo”, pensarte en asados, sentirte de los nuestros, caminar tus senderos…

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

Negar, resignarme, llorar, hablar, preguntar, volver a llorar, resignificarte, quererte más, reafirmar tu grandeza, imaginar ese abrazo en falta…

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

¿Será verdad? No me estará engañando con su amague ese pelusa atorrante… Sos y serás el mejor ¿te lo dije?

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

La pelota, la cancha, la tribuna, el chori, el sudor, la camiseta, el diez, los botines, la disfonía en el bondi de regreso, el trapo con tu cara sacudiendo en la ventanilla.

¿Cómo que Dios ha muerto, quién lo dice?

El pueblo, los suburbios, las villas, los envases, el riachuelo, el agua contaminada, el hambre, los pibes descalzos, los cebollitas, los pisos de tierras, las chapas, los cartones, los mocos, los vencidos, los carros, el bombo, las marchas, el potrero, las calles de tierra, las derrotas constantes a los anónimos explotados por el capitalismo, a los que vos les diste quizás las únicas alegrías y triunfos. 

¿Cómo que Dios ha muerto?

¿Y ahora cómo seguimos sin Dios?

(")Abogado, autor de varios poemas inéditos, que en su origen se remontan hasta su infancia donde su participación en el grupo de teatro G.I.D.I. de la ciudad de Lincoln, de donde es oriundo, lo condujo a transitar por la escritura para poner en palabras el anónimo aroma de los sin voces. Junto a su búsqueda teatral en aquel grupo  como sus cursos en teatro Rambla de La Plata, ciudad en la que reside, lo literario fue movilizando cada uno de los actos del devenir histórico.

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