sábado, 20 de noviembre de 2021

SOBRE HOMENAJES, MISERIAS, RENDICIONES DE CUENTAS Y VERDADES por Claudio Javier Castelli

 



                                                                                         A Carlos Cruz ex Presidente de la Unidad de Información Financiera

 

La leyenda yanqui es que las UIF se crearon para combatir el lavado de dinero proveniente del narcotráfico. Nosotros no lo creemos así y sostenemos que fue por el enorme avance del poder financiero internacional, el flujo de dinero líquido y la necesidad de poner mano ahí, de controlarlo.

Motivados en ese principio y como el francotirador que siempre fuimos en todas partes del Estado, como lo fue David Baigún en el Banco Central, y como se lo confesara, en su despacho en el Banco de Italia liquidado a fines de la década del “80”, es que llegamos con perfil bajo, al principio, a la UIF en Abril del 2004. Después de mucho hacer,  estuvimos allí hasta el 2017, cuando habíamos trocado en un testigo de lo que Mariano Federici estaba realizando con sus adversarios político, con sus vínculos con la Embajada de Estados Unidos, con servicios de inteligencias ilegales dentro de la UIF.

Entonces fuimos traslados –no pudieron echarnos porque somos planta permanente del Estado- a la Biblioteca del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Para ellos era una sanción y una mordaza. Para nosotros, lectores inveterados, era un hallazgo, un refugio desde donde tramar la vuelta y resistir.

Ser un francotirador supone un compromiso permanente con la temporalidad.

¿Qué significa esto?

Un francotirador contra el poder económico financiero sabe de su transitoriedad en el Estado u Organismo donde esté. En algún momento ha de ubicado por ese poder, identificado y al poco tiempo humillado y despedido de su lugar en las azoteas, altillos y escondites.

Por eso ser un francotirador contra el poder económico es incompatible con convertirse en un burócrata, en un timorato, en un pusilánime, sabe desde un principio, cómo “Giovanni Drogo”, que los tártaros han de venir a buscarlo.

Por eso muchos silencian la voz, se acomodan a la ola y acompañan los procesos y nunca intentan cambiarlo, faltos de coraje, de bolas –como se dice en el barrio-.

El tema que hay con eso es que se pierde una gran oportunidad, los procesos electorales son cada dos años, y cuatro años dura la gestión presidencial. De ahí que haya que actuar rápido y firmar y firmar: escritos, denuncias, querellas, informes, investigaciones, supervisiones, jugarse y jugarse, y jugarse y jugarse. El poder económico financiero es implacable con sus enemigos.

Le dijimos esto y mucho más a principio de enero de 2020, en su estudio de la calle Uruguay, estaban presentes además de Ud, Mariel Cirigliano, Gustavo Rojas y Leandro Ventura.

Entre las muchas cosas más que le dijimos está que había que sacar la UIF del área del Ministerio de Economía donde la había puesto el macrismo.  La UIF no está para transparentar inversiones sino para investigarlas, es un Organismo de control, sabe.

También que no había que esperar gestos de las máximas autoridades del país para actuar. Estos temas le interesan a todos los argentinos por el perjuicio que provocan. Y esos gestos nunca llegan. Nadie se mete alli; ni Baigún, ni nosotros, ni muchos más alrededor del Cipce esperaron los gestos que saben que  no vendrán nunca.

¿Por qué no se animó Cruz?

¿Su cómodo piso en Belgrano, sus necesidades como abogado de la matrícula de mantener buenas relaciones con todas las personas para volver después de la gestión pública a seguir facturando en su estudio donde nunca escatimó con sus defensas a brindarle servicios a algún delincuente económico, como aquel por quién recorrió todo el Banco Central haciendo lobby por su cliente?

Qué raro usted, a su edad, seguir engañándose a sí mismo y a los demás.

En la vida de los hombres y mujeres  de esta patria llega un momento pasado los años que ese dilema se nos presenta. Nosotros siguiendo a Charles Bukowski –sospecho que no está entre sus lecturas- decidimos no hacerlo más hasta el final de nuestros días.

Tampoco los vimos esas amargas tardes de agosto de 1989 recorriendo el Banco Central para acompañar a “Tute” Baigún despedido por el Directorio del Banco comandado por Javier González Fraga y disuelto el CAEP donde usted solo ocupo su eterna función docente, nosotros hicimos algo más logramos las primeras condenas a Banqueros en la historia judicial del país (Banco de Intercambio Regional y Banco de los Andes, en Mendoza, el poderoso “Grupo Grecco”, además de estimular 70 causas contra Bancos.

Le habrá ocurrido como el resto de los abogados que entraron con él y desparecieron atemorizados porque había que negar, como Pedro, al Cristo derrumbado de la tierra judicial.

 Nosotros salimos de nuestro despacho y fuimos hasta el despacho de Tute, a pocos pasos del nuestro. Cuando abrí la puerta lo vi a David “Tute” Baigún inmenso, enorme, recogiendo sus petates y ordenando la nota que le iba a dirigir al Presidente del Banco; sin levantar la mirada nos dijo:-Te estaba esperando.

Intenté levantarle el ánimo, le dije que iba a volver, Tute con ojos brillosos dijo como poniéndose a cuentas con la historia: -20 años estuve en la Facultad de Derecho, 20 años afuera, conocí la cárcel, siempre me fueron proscribiendo por ser de izquierda, y sabés que es ser de izquierda, Claudio, defender los derechos humanos.

Dijo también que sabía que no lo iban a dejar volver. 

Así fue.

Se hizo un silencio, con entusiasmo juvenil y decisión de hierro le dije que iba a continuar la tarea trunca. Nos dijo:-Ya lo sé.

No pudiendo contener las lágrimas me levante y salí del despacho. Busqué las calles del centro donde deambulé por unas horas, volví, “Tute” ya había juntado sus petates. Vinieron a buscarlo Cecilia Grossman, su compañera, y Ricardo Huñiz, su socio en el estudio, y profesor en la cátedra. Los acompañé hasta el auto. Ni cuando nos despidieron a nosotros, cuatro años después –diciembre de 1993 –Roque Fernández instado por Domingo Cavallo- sentimos tanta tristeza en esa caminata hasta la calle.

¡Qué injusto es este país con sus mejores hijos e hijas!!!!

Se había consumado una enorme concesión al poder económico financiero internacional en nuestra nación. Una más de otras, de otras, de otras y de otras que la historia nos lo iba a refregar.

Pero tampoco lo vimos esos diez años que estuvimos en la Superintendencia de Seguros de la Nación, adonde fuimos después del Banco Central, y convocado por el actual presidente, Alberto Fernández a continuar el legado de "Tute". Allí hicimos 200 denuncias y querellas a los empresarios y operadores del seguro -190 a empresarios, 10 a Productores-. Ud siempre fue allí para hacer lobby, algunas veces por productores, otras por empresarios; es que a nosotros siempre nos interesaba saber que hacen con el legado de "Tute" sus seguidores, vio.

Sabe Cruz el homenaje que le hizo a “Tute” en la UIF nos mantuvo conmovidos todo el día, estábamos contentos que una sala de la UIF lleve su nombre, hubiéramos preferido –como se lo propusimos nosotros-que fuera la sala de reuniones donde se toman las decisiones. Pero es nada más que un detalle.

Un Presidente de la Nación Argentina, en un gobierno peronista le rindió homenaje y eso nos basta.

Hubo algunas omisiones sabe. Algunos nombres imprescindibles. Pero bueno, los rencores personales nos hacen miserables a todos los humanos.

Pero hay dos que son imperdonables: el jurista Alberto Binder y el Centro de investigación y persecución a la Criminalidad Económica (CIPCE, creación dilecta de "Tute") que a través de innúmeros seguidores, que pueblan los organismos del Estado, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la docencia, homenajean todos los días a un Baigún viviente entre nosotros con sus compromisos para ponerle límites y darle batalla al Poder Económico Financiero de manera real y efectiva. La misma que le faltó a Ud, en su bochornosa gestión –la peor de todas, inclusive peor que la de Faldutto- al frente de la UIF.

Sabe Cruz, coqueteamos con el marxismo mientras estuvimos cerca de “Tute”. Teníamos mucha curiosidad, como era ese demonio del cual hablaban los Jueces y operadores judiciales en la dictadura, mis familiares, algunos amigos, etc. Nos gustó mucho. Pero nosotros buscamos verdades eternas, trascendencias, y habíamos buscado la cátedra de Baigún porque éste nos había sorprendido con su calidez humana e intelectual actuando como abogado en Tribunales. Era pinche vio. Los que somos muy sensibles al espíritu de los demás percibimos un más allá en otras personas, singulares por supuesto. Eso percibimos en Baigún. Nos importaba un comino que fuera ateo. No es solamente lo que los hombres y mujeres son acá lo que nos interesa, sino si además no traen un mensaje del más allá. Son pocos, muy pocos, hay que descubrirlos, con un oído atento en Dios, y otro en el Pueblo. Baigún, estimado Cruz, era un Justo. Y éstos son bendecidos por Dios. Al lado de ellos quiero estar. Toda la vida lo hicimos. Y sabe Cruz que mensajes del más allá se puede percibir en cualquier persona o ser o cosa de este planeta: en feministas, gay, lesbianas, negros, judíos, musulmanes, budistas, hinduistas, confucionistas, ateos, pecadores, etc. Los que descubrimos nosotros es que siempre los encontramos del lado de acá de las cosas. Habrá otros que los descubrirán del lado de allá. Son los trabajos y los días de los cristianos mientras somos pasajeros en esta tierra.

Bueno Cruz, lo voy dejando, es la última nota que escribo sobre su gestión en la UIf, Ahora vienen por todos nosotros y hay que ocuparse. Nos quedan dos años al 2023.

Me llamó a silencio sobre Ud. No le guardo rencor. A veces pienso que es el destino. Nosotros sabíamos que tarde o temprano íbamos a ser excluidos de la UIF y mancillados nuestros 44 años de orgullosa función pública. Lo raro, lo paradójico es que quien llevara a cabo esa tarea haya sido un compañero.

Pero en definitiva estamos a mano. Yo le dije que mi partida de la UIF iba a ser dura para todos no solamente para mí, y que íbamos a ver quién se quedaba y volvía  a la UIF. Así fue. Ud ya no es presidente de la UIF, desde donde no hizo el bien.

Permítame que le dé un último consejo, acaso me tomo el derecho por guardián de la función pública en qué nos convertimos todos y todas los y las que la amamos. Si ha de volver relea este texto. 

¡Ahh!! Y no se rodee de una cohorte de eunucos, mediocres, vendehúmos, ignorantes del derecho penal económico y de la administración pública que lo acompañen. Baigún nunca lo hizo.

Seguro que me entenderá.

Sarmiento al final de su vida y ante la tumba de Facundo Quiroga en la Recoleta, dice:

“Somos de la misma sangre”.

Usted sabe de misticismo, estuvo muy cerca del Padre Mugica en los setenta, entenderá este texto y su metáfora.

Vuelva a la academia, a la Facultad de Derecho, a su estudio, y no le pida por un tiempo a su amigo y cliente en el estudio, Santamaría, dueño de página12, que le haga publicar sus notas.

Un poco de silencio le hace bien al alma.

Como le dije es la última nota que le escribo.

Adiós, Carlos Cruz.

Estamos a mano.

Estamos en paz.

 

Claudio Javier Castelli

Ex Director de Litigios Penales

De la Unidad de Información

Financiera

20 de Noviembre de 2021

Día de la soberanía nacional

Recuerdo de la batalla de la Vuelta de Obligado.

San Telmo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

                                


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